– Anuncio –
El presidente francés, Emmanuel Macron, visitará el Líbano el 17 de enero de 2025, en un contexto político marcado por la elección del general Joseph Aoun como presidente y el nombramiento de Nawaf Salam como primer ministro. Esta visita, que forma parte del compromiso actual de Francia con el Líbano, refleja una expectativa clara: la implementación de reformas estructurales para salvar al país del colapso económico e institucional. Sin embargo, esto también se produce en un contexto de duras críticas de Francia hacia las prácticas mafiosas que asolan el país.
Una oportunidad política y económica crucial para el Líbano
La elección de Joseph Aoun como presidente y la designación de Nawaf Salam como primer ministro ofrecen nuevas esperanzas de estabilidad política después de más de dos años de vacancia presidencial y una prolongada parálisis institucional. Joseph Aoun, con su experiencia como comandante en jefe del ejército, se beneficia de una imagen de neutralidad e integridad, mientras que Nawaf Salam, ex juez de la Corte Internacional de Justicia, es visto como un reformista decidido a restaurar la confianza en el Estado. .
Sin embargo, Francia y la comunidad internacional han indicado claramente que esta nueva dinámica sólo dará frutos si se implementan reformas profundas e inmediatas. Estas reformas, esenciales para desbloquear la ayuda internacional, apuntan a reestructurar un Estado socavado por décadas de corrupción.
Críticos de Francia: un sistema corrompido por la mafia
Emmanuel Macron no ha dudado en criticar duramente el sistema libanés en sus intervenciones pasadas, calificando en particular a las elites políticas de cómplices de un sistema mafioso. Durante su visita a Beirut en agosto de 2020, tras la explosión del puerto, Macron denunció la ausencia de gobernanza y la captura de recursos públicos por parte de una clase dominante corrupta.
En diciembre de 2022, Macron fue aún más directo y se refirió al sector bancario libanés como un “esquema Ponzi institucionalizado”. Según él, los bancos libaneses, en connivencia con las élites políticas, orquestaron un sistema en el que se utilizaban nuevos depósitos para cubrir las deudas de los antiguos acreedores, hasta que el sistema colapsó en 2019, privando a millones de libaneses de sus ahorros.
“No es sólo una crisis económica, es una traición organizada por élites políticas y económicas que han antepuesto sus propios intereses a los de su pueblo”. declaró en ese momento.
Reformas exigidas por Francia y la comunidad internacional
Para desbloquear la ayuda internacional, estimada en varios miles de millones de dólares, y restaurar la confianza de los inversores, Francia insiste en la implementación de las siguientes reformas:
- Reforma del sector bancario : reestructurar los bancos y garantizar la transparencia de las transacciones financieras.
- Lucha contra la corrupción : establecer mecanismos de control independientes para monitorear el uso de fondos públicos.
- reforma judicial : garantizar la total independencia del poder judicial para procesar a los responsables de corrupción.
- edificio estatal : garantizar la autoridad del Estado en todo el territorio, en particular poniendo fin a la injerencia de las facciones armadas en los asuntos públicos.
Estas reformas también son requisitos previos para obtener asistencia del Fondo Monetario Internacional (FMI), cuyo apoyo es crucial para estabilizar la economía libanesa.
Una economía al borde del colapso
El Líbano sigue enfrentando una crisis económica y financiera sin precedentes. Desde 2019, la libra libanesa ha perdido más del 90% de su valor, sumiendo a la mayoría de la población en la pobreza. El sector bancario, que alguna vez fue un pilar de la economía libanesa, ahora está paralizado y los depositantes no pueden recuperar sus fondos bloqueados. Según datos del Banco Mundial, el PIB libanés ha caído casi un 40% desde el inicio de la crisis.
Esta situación se ha visto agravada por la falta de adopción de medidas correctivas por parte de los líderes, a pesar de las múltiples advertencias de la comunidad internacional. Los fondos destinados a la reconstrucción tras la explosión del puerto de Beirut en 2020 también se retrasaron debido a la falta de transparencia en su gestión.
Una prueba para el nuevo liderazgo libanés
La visita de Macron se considera una señal de esperanza, pero también un recordatorio de las exigencias internacionales. El presidente francés espera que el nuevo equipo directivo, formado por Joseph Aoun y Nawaf Salam, esté a la altura de las expectativas. Sin embargo, la tarea es inmensa, porque la resistencia al cambio sigue siendo fuerte, particularmente por parte de facciones políticas y bancos que durante mucho tiempo se han beneficiado del status quo.
Un mensaje claro de Francia: actuar o perder el apoyo internacional
Al viajar a Beirut, Emmanuel Macron enviará un mensaje claro: Francia sigue siendo un aliado del Líbano, pero su apoyo no es incondicional. La implementación de reformas y la transparencia en la gestión de los asuntos públicos serán las claves para restaurar la confianza, desbloquear la ayuda internacional e iniciar una recuperación económica duradera.
– Anuncio –