Tarde divertida en Charleroi. Mientras las Cebras iban en cabeza y el ambiente era de celebración, una parada del partido debido a una explosión de humo en la T4 volvió a poner en marcha al Union Saint-Gilloise.
Hacía un frío absoluto este sábado por la noche en Mambourg, y ni el ambiente creado por los Storm Ultras ni el homenaje a Daniel Mathy, legendario portero de las Zebras, habían calentado los cuerpos y los corazones. Pero fue el Union Saint-Gilloise el que pareció frío al inicio del partido.
Perfect Guiagon, sobre todo, es insostenible en el primer cuarto de hora y genera discordia por todos lados. En un tiro libre obtenido por el marfileño, Daan Heymans alerta a Moris, que sólo puede rechazar; Nikola Stulicel nuevo héroe Carolo, sigue bien (1-0, 14º).
Una Unión muy débil
El gobierno de Estados Unidos está luchando por emerger, bien bloqueado por un dúo imperial Keita-Ousou. Esperando y esperando, los unionistas intentarán poco a poco meterse en los partidos, pero siguen siendo demasiado complicados, especialmente en el caso de los extremos Khalaili y Niang. ¿Lo habría hecho mejor Lapoussin? El nombre del favorito de Marien resuena varias veces, pero Pocognoli lo despidió nuevamente para este partido.
Mientras el partido transcurre a un ritmo bastante lento, Ivanovic desplaza a Anouar Aït El-Hadj hacia la izquierda, pero Koné anticipa su salida (35º). Charleroi terminará la mitad con fuerza, pero los ataques de Petris y Guiagon están bien contenidos.
Una interrupción fatal
Al regresar del vestuario, durante algunos minutos, Charleroi continúa en esta dirección y empuja hacia su equipo… que, sin embargo, cometerá un gran error. En el minuto 47, los ultras rindieron homenaje a sus invitados, los del club alemán Münster, lanzando un bonito espectáculo pirotécnico. Desafortunadamente, se lanzan cohetes hacia el césped y se acumula un denso humo.
Problema: en el primer tiempo, la pirotecnia ya había obligado a detener el partido, lo que desencadenó el proceso reglamentario: todos en el vestuario y un tiempo muerto de 10 minutos. Y al final de este descanso, las Cebras parecen perdidas (o el USG se animó): Ivanovic golpea el poste (53), Sykes coloca un cabezazo justo por encima de las porterías (56).
Mohamed Koné, sobre todo, ofrece un 1-1 a los pies de Promise David: este último falla de forma incomprensible, pero en la siguiente esquina, una confusión permite Alessio Castro Montes para hacer el 1-1 (59º). Peor aún: en el proceso, Franjo Ivanovic por delante de una salida normal de Koné que supera con un sutil globo (63º, 1-2). Aplausos irónicos estallan desde los compartimentos laterales hacia la T4, responsable de la parada.
El partido se volverá entonces tenso, con una Unión que se mete en la piel de su personaje favorito: el del equipo experimentado, que se calza los tacos y gana tiempo ante un Charleroi perdido. Los jugadores que se mostraron tímidos y fuera de lugar desde el primer tiempo han desaparecido. Sin embargo, ¡pueden agradecer a Mambourg estos tres puntos surgidos de la nada!
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