Moscú anunció el miércoles que Berlín había ordenado “el cierre de la oficina” canal alemán de la televisión estatal rusa Pervy Kanal, y prometió durante la jornada medidas de represalia, allanando el camino para la expulsión del país de un medio de comunicación alemán equivalente. El corresponsal de Pervy Kanal en Berlín, Ivan Blagoi, anunció al aire, en un tema de cinco minutos, esta decisión de Berlín, afirmando que un documento de las autoridades alemanas presenta a los medios rusos como una amenaza a la seguridad del país y como un peligroso órgano de propaganda, mientras millones de rusoparlantes viven en territorio alemán.
“Durante la primera quincena de diciembre, Ivan Blagoi y (el camarógrafo) Dmitri Volkov tendrán que abandonar el territorio de la República Federal de‘Alemania »dijo. “Está claro que seguiremos luchando por los derechos de nuestros periodistas y utilizaremos todos los medios necesarios. Pero si no hay cambio (…), tendremos que corresponder”reaccionó el viceministro de Asuntos Exteriores, Alexander Grouchko, a la agencia oficial de noticias Ria Novosti.
“Hoy se anunciarán medidas de represalia”
Anteriormente, la portavoz de la diplomacia rusa, María Zajárova, había declarado a la otra agencia de prensa estatal, Tass, que “Las medidas de represalia se anunciarán hoy”. Según el sitio web del Ministerio ruso, una veintena de medios alemanes están acreditados en Rusia. Moscú dice que siempre reacciona proporcionalmente a las sanciones dirigidas a sus medios. Por lo tanto, a cambio podría ordenar el cierre de un medio de comunicación alemán presente en Rusia y atacar, por ejemplo, un canal de televisión público como ARD o ZDF. En febrero de 2022, justo antes de su asalto a Ucrania, Rusia cerró la emisora internacional de radio y televisión alemana Deutsche Welle en respuesta a la prohibición de retransmisiones del canal ruso RT, ampliamente considerado en Europa como un órgano de desinformación y propaganda del Kremlin.
Desde su ataque, Moscú ha aumentado la presión sobre los periodistas occidentales en el país, limitando el número de visas concedidas y exigiendo su renovación cada tres meses. Varios periodistas occidentales tuvieron que abandonar el país, mientras que el estadounidense Evan Gershkovich pasó más de un año en prisión antes de ser liberado en un intercambio de prisioneros. Muchos periodistas rusos independientes han tenido que huir del país en su mayoría y otros han sido encarcelados o clasificados como “agentes extranjeros”.
Pervy Kanal, que significa “Primer Canal” en ruso, es uno de los medios más virulentos en su defensa del conflicto desatado por el Kremlin en Ucrania. Muchas personalidades allí forjan un discurso antioccidental y piden ataques nucleares contra Occidente. El canal está dirigido por Konstantin Ernst, que está sujeto a sanciones europeas. Es una figura central en el panorama mediático ruso y ayuda a construir la imagen de Vladimir Putin, en particular organizando importantes ceremonias que ilustran la omnipotencia del presidente ruso, como sus ceremonias de toma de posesión o sus desfiles militares.
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