TRIBUNA – El 21 de noviembre, la Corte Penal Internacional emitió una orden de arresto contra Benjamin Netanyahu por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. Una decisión que se basa en una interpretación errónea de su ámbito de competencia, analiza la abogada Noëlle Lenoir.
Noëlle Lenoir es abogada, miembro honorario del Consejo Constitucional y ex ministra.
A menudo criticada por su ineficiencia, su politización y sus costos operativos particularmente altos, la Corte Penal Internacional (CPI) acaba de cruzar un punto sin retorno. Al autorizar el 21 de noviembre de 2024 a Karim Khan, su fiscal, a emitir una orden de arresto por crímenes de guerra y contra la humanidad, en el contexto de la guerra árabe-israelí en Gaza, contra Benyamin Netanyahu, el Primer Ministro de Israel y Yoav Gallant, su ex Ministro de Defensa y al mismo tiempo contra uno de los terroristas más sanguinarios de Hamás – probablemente muerto – Mohammed Deïf, la sala preliminar del Tribunal, lejos de hacer Avanzar en la lucha contra la impunidad apoya indirectamente a los tiranos más bárbaros al debilitar las democracias. La institución que lo debe todo a las democracias, incluida Francia en particular, muerde así la mano de quienes la poseían…
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