Tras la introducción de nuevos cultivos resistentes al cambio climático en la región Oriental, en particular el cultivo y producción de semillas de quinua, llega el turno del azafrán, planta cuyo cultivo ha despertado recientemente el interés en la región, como cultivo que también contribuye al desarrollo económico. y desarrollo social de las zonas rurales.
Esta nueva experiencia, la primera de este tipo en la provincia de Berkane, fue llevada a cabo por pequeños agricultores de las montañas de Bni Snassen, entre ellos un joven de la región, graduado de la casa familiar rural Bni Snassen (promoción 2012-2013). , que gestiona una explotación piloto de cultivo de azafrán.
Esta experiencia piloto de cultivo de azafrán en la provincia está en línea con las orientaciones de la estrategia Generación Verde, dirigida al desarrollo del capital humano, la mejora del nivel de vida y la introducción de cultivos resistentes a la sequía.
En este contexto, la Casa Familiar Rural Bni Snassen juega un papel importante como enfoque innovador en términos de formación y supervisión del capital humano en el mundo rural, además de apoyar a los jóvenes en el lanzamiento de sus propios proyectos y la mejora de sus ingresos.
Hafida El Aallam, jefa del departamento de producción agrícola de la Oficina Regional de Desarrollo Agrícola de Moulouya (ORMVAM), explicó que el cultivo de azafrán en la provincia de Berkane se enmarca en la Estrategia Generación Verde y la agricultura solidaria, precisando que esta experiencia tiene como objetivo introducir este producto como una alternativa de cultivo resistente al cambio climático.
El Allam subrayó, en declaraciones a la MAP, que en esta región montañosa los esfuerzos se centran en el empoderamiento de los pequeños agricultores a través de esta cultura, en particular de las mujeres y los jóvenes, en el marco de una colaboración con la Casa Familiar Rural y las organizaciones locales. cooperativas.
Señaló que el objetivo de esta experiencia, que arrojó resultados alentadores desde su lanzamiento, es también crear importantes oportunidades de empleo y promover la integración de los jóvenes y de las mujeres rurales en el tejido socioeconómico.
Además de esta experiencia piloto que consiste en introducir el cultivo del azafrán en la región, “prevemos ampliarlo en los próximos años, en particular con la inminente creación de una unidad de valorización”, prosiguió, señalando que ya existen. Varios otros productos locales que se han introducido en la región y han mostrado resultados prometedores, incluido el cultivo de quinua, argán, espino y aceites vegetales, en particular aceite. aceituna.
Por su parte, el presidente de la Asociación de la Casa Familiar Rural Bni Snassen, Mohamed Kadiri, destacó el papel que la asociación ha desempeñado desde su creación en 2010, particularmente en la formación de jóvenes rurales que han abandonado sus estudios, ofreciendo así ofrecerles una segunda oportunidad de integración en el entorno socioprofesional.
Kadiri continuó que la asociación, que trabaja en las zonas rurales, tiene como objetivo, a través de esta segunda oportunidad, formar a los jóvenes en el ámbito agrícola, ya sea de cría, arboricultura o apicultura.
Señaló que la experiencia del cultivo del azafrán tiene como objetivo permitir que estos jóvenes aprendan cosas nuevas y ayudarlos, a través de la casa familiar, a estar en sintonía con las novedades en el campo agrícola, en colaboración con el Ministerio de Agricultura en el marco del una asociación para apoyar su formación.
Por su parte, Jamila Oulafkir, asistente técnica del proyecto de cultivo de azafrán en la región, indicó que la idea de introducir esta planta como cultivo alternativo surge porque el azafrán es una planta resistente al cambio climático y no requiere grandes cantidades de agua.
Estimó que para tener éxito en esta experiencia que mostró resultados prometedores, los agricultores se benefician de apoyo y supervisión a través de una serie de cursos de formación iniciados por la Asociación de la Casa Familiar Rural, que abarcan en particular las técnicas vinculadas a este nuevo sector en la región (suelo preparación, métodos de cosecha, fertilización, valorización de productos, etc.), así como la gestión de pequeñas empresas agrícolas.
Al igual que la quinua, el algarrobo y el nopal, se depositan grandes esperanzas en el azafrán y este tipo de cultivo, considerado como una zona nueva y prometedora, capaz de diversificar la agricultura en la región oriental, contribuir al desarrollo socioeconómico de mujeres y jóvenes, y proporcionar soluciones concretas a los problemas de la sequía y el cambio climático.
Related News :