El Papa Francisco no participará en la reapertura de la catedral de Notre-Dame de París, a pesar de la invitación realizada por el presidente francés Emmanuel Macron.
La emblemática catedral de París reabrirá oficialmente sus puertas los días 7 y 8 de diciembre, tras un intenso trabajo tras el devastador incendio de abril de 2019. El sábado 7 de diciembre está prevista una ceremonia de apertura con la presencia de Emmanuel Macron y varios jefes de Estado. Al día siguiente, una misa inaugurará la reapertura al público.
A pesar de la insistencia del presidente francés, el Papa Francisco expresó su negativa inequívoca, diciendo a la prensa: “No iré a París, no iré a París”.
Esta negativa plantea dudas sobre las relaciones potencialmente tensas entre París y el Vaticano, acentuadas por el anuncio de una visita papal a Córcega prevista para el 15 de diciembre, una semana después de las festividades parisinas.
Mons. Éric de Moulins-Beaufort, presidente de los obispos de Francia, aclaró no obstante la situación, afirmando que no estaba prevista ninguna visita del Papa para este acontecimiento. Subrayó que “la estrella es la catedral y no la visita del Papa a Francia”.
Algunas fuentes sugieren que el Papa Francisco favorece sus visitas a regiones marginadas, lo que explica su viaje a Córcega, el primero de un pontífice.
Esta visita es de particular interés porque Córcega, que goza del estatuto de colectividad territorial única, está en el centro de los debates sobre su autonomía con el Gobierno francés.
Por último, está previsto un encuentro entre Emmanuel Macron y el Papa Francisco en Córcega, antes de la salida del Soberano Pontífice de la isla.
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