El suspenso reina en torno a los cuatro objetos del menú de las votaciones federales

La ampliación de una parte de la red de autopistas suizas es sin duda el tema que más habrá animado los debates antes de las votaciones del 24 de noviembre.

El apoyo al proyecto se derrumbó al final de la campaña, según mostró la última encuesta de SSR. Una tendencia del no que también ha conquistado al electorado de los suizos en el extranjero. De este modo, la población podría acabar rechazando el proyecto. Sin embargo, la brecha entre los bandos del sí y del no es pequeña y todo sigue siendo posible.

>> La última encuesta de SSR antes de las votaciones:

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El proyecto desarrollado por el Parlamento y el Gobierno nació de una observación: los atascos siguen aumentando en las carreteras del país. El año pasado, los automovilistas estuvieron atrapados en sus vehículos durante casi 50.000 horas. Para solucionar el problema, las autoridades quieren ampliar seis tramos de autopista, principalmente en la A1, la autopista más larga que atraviesa el país de oeste a este.

El objetivo es eliminar los cuellos de botella en lugares estratégicos, pero también evitar el aplazamiento del tráfico en las localidades en caso de atascos en la autopista. Los partidos de derecha, así como asociaciones de defensa del automóvil y organizaciones económicas hicieron campaña a favor de las ampliaciones previstas.

El proyecto, estimado en 5.300 millones de francos, no agrada sin embargo a las asociaciones de defensa del medio ambiente, que lanzaron un referéndum con el apoyo de los partidos de izquierda. Afirman que las ampliaciones de autopistas son incompatibles con los objetivos climáticos fijados por la Confederación al ratificar los Acuerdos de París. Además, a ojos de las organizaciones que se oponen al proyecto, la construcción de nuevas carreteras provoca sequía y aumenta el tráfico a largo plazo.

>> Mira nuestro vídeo para entender el proyecto de ampliación de la autopista:

¿La complejidad del EFAS le jugará una mala pasada?

El otro plato fuerte de esta votación del domingo es la financiación uniforme de las prestaciones sanitarias (EFAS), un proyecto complejo que pretende reducir la carga de las primas y centrarse más en los tratamientos ambulatorios. El Parlamento tardó 14 años en desarrollar la que se considera una de las reformas de mayor alcance de la Ley del Seguro de Salud (LAMal).

Hoy en día, el contribuyente, a través de su cantón, paga al menos el 55% de los tratamientos hospitalarios (con pernoctación), el resto corre a cargo del seguro médico obligatorio y, por tanto, del pagador de la prima. La atención ambulatoria (sin noches de hospitalización) se financia íntegramente con las primas del seguro médico.

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El gobierno cree que esta situación no favorece el tratamiento ambulatorio, aunque tenga más sentido desde el punto de vista económico y sea más agradable para los pacientes. Por ello, desarrolló con el Parlamento una nueva clave de distribución para la financiación de todos los tratamientos cubiertos por el seguro médico obligatorio. Los cantones deberán pagar al menos el 26,9% de los costes netos y las aseguradoras el 73,1%.

Según las autoridades públicas, esta revisión debería permitir reequilibrar la cobertura de los costes hospitalarios entre el seguro médico y los cantones, pero también mejorar la calidad de la atención haciéndola más asequible para el paciente.

Sin embargo, esta no es la opinión de los sindicatos, que lanzaron un referéndum con el apoyo de los partidos de izquierda. Consideran que la revisión conducirá a un aumento de las primas o a una reducción de las prestaciones. Además, creen que da demasiado poder a las compañías de seguros de salud. Si las encuestas tienden a la aceptación del proyecto, el resultado de la votación sigue siendo incierto. La complejidad del proyecto y la dificultad para comprender sus beneficios van en contra del proyecto, estima el politólogo de gfs.bern Lukas Golder.

Dos votaciones sobre la ley de arrendamiento en tierras de inquilinos

Los suizos también votarán dos modificaciones de la ley de arrendamiento, más favorables a los propietarios, ratificadas el año pasado por las Cámaras Federales.

Un tema de gran importancia en un país donde los inquilinos representan alrededor del 60% de la población. Esta elevada proporción convierte a Suiza en una excepción a nivel europeo.

Uno de estos textos quiere endurecer las condiciones de subarrendamiento. Para poder subarrendar su vivienda u otros locales, los inquilinos deben obtener el consentimiento por escrito del propietario, en particular si el subarrendamiento supera los dos años, si las condiciones son abusivas o si ve inconvenientes importantes. Sin embargo, los motivos de denegación no están establecidos explícitamente en la ley.

El segundo objeto pretende simplificar las rescisiones del contrato de arrendamiento para las necesidades propias de los propietarios. Actualmente, una necesidad específica de este tipo sólo puede invocarse si es “urgente”, mientras que en el futuro será suficiente con que la necesidad específica sea “importante y actual”.

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Denunciando un ataque del “lobby inmobiliario”, la Asociación para la Defensa de los Inquilinos (Asloca) presentó un referéndum contra esta doble reforma. Con el apoyo de la izquierda y los sindicatos, critica el desmantelamiento de los mecanismos de protección de los inquilinos. En esencia, los opositores creen que estas dos revisiones dejan demasiado margen de maniobra a los propietarios para rescindir un contrato de arrendamiento o rechazar un subarrendamiento.

Según el último sondeo de gfs.bern antes de las elecciones, la simplificación de la rescisión del contrato de arrendamiento avanza hacia su rechazo, mientras que el resultado de la votación sobre las condiciones del subarrendamiento sigue siendo más incierto.

El posible escenario de los cuatro no

Los porcentajes de no aumentaron durante la campaña para los cuatro objetos sometidos a votación este domingo. Un régimen excepcional para proyectos provenientes de las autoridades.

Lukas Golder subrayó que esta tendencia se debe a la pérdida de confianza de los ciudadanos en el Gobierno y en el Parlamento. No descarta que el domingo salgan cuatro votos negativos en las urnas, lo que constituiría una gran derrota para las autoridades.

>> Vea nuestro debate filmado Hablemos sobre la confianza del pueblo en el Parlamento:

Revisado y verificado por Samuel Jaberg.