Las personas encarceladas en el Centro de Detención de Quebec, en Orsainville, están confinadas desde las 12:30 del martes, debido a la posible presencia de un arma en uno de los sectores de la prisión.
Según informa TVA Nouvelles, el equipo de intervención de emergencia penitenciaria está buscando una posible arma de fuego encontrada en la sección reservada para los reclusos vinculados a la banda Blood Family Mafia (BFM).
“Confirmamos que se está llevando a cabo una operación en el Centro de Detención de Quebec. Sin embargo, por razones de seguridad tanto para las personas encarceladas como para los funcionarios de los servicios penitenciarios y todo el personal, no haremos más comentarios en este momento”, dijo el Ministerio de Seguridad Pública por correo electrónico.
Amenazas
Según fuentes dentro de la prisión, las autoridades sospechan que el arma fue lanzada por un dron.
La búsqueda actual podría durar varias horas más, según algunos funcionarios penitenciarios.
Este sector de la prisión, donde se encuentran los miembros del BFM, es escenario de frecuentes ajustes de cuentas, así como de amenazas contra agentes del servicio penitenciario.
La operación provocó también la cancelación de la ceremonia que iba a tener lugar mañana para presentar a los nuevos agentes en presencia de altos mandos.
Situación difícil
La situación sigue siendo tensa dentro de los muros de Quebec. Hace unos diez días, los reclusos lograron atravesar un muro de hormigón entre dos sectores de la prisión. El sindicato de funcionarios penitenciarios de Quebec señala la falta de personal y el agotamiento de los empleados, pero también el aumento de la violencia vinculada al crimen organizado.
“Se viene hablando desde hace mucho tiempo de que la situación se está deteriorando. Tenemos vacantes y dificultades para retener a nuestra gente. El ambiente es cada vez más violento y también la clientela”, afirmó el presidente del Sindicato de Oficiales de Paz de los Servicios Penitenciarios de Quebec, Mathieu Lavoie.
Según él, el gobierno tendrá que considerar el contexto crítico en el que trabajan los trabajadores desde hace varios meses.
“Estamos hablando de tortura a personas encarceladas, más armas blancas, más tráfico e intimidación del personal. Es una mezcla explosiva”, añade Lavoie, que rechaza una mentalidad demasiado permisiva por parte del Ministerio de Seguridad Pública.
“Necesitamos apretar los tornillos y aumentar la disciplina. Actualmente no tenemos los medios para lograr nuestras ambiciones. Se oyen bonitas declaraciones pero no es eso lo que sentimos en los establecimientos. »
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