Diplomacia –
No hay grandes avances en materia climática en la cumbre del G20 en Río
Reunidos en Brasil, los líderes de los países del G20 no lograron ponerse de acuerdo sobre la cuestión climática, poco después de la conferencia climática COP29.
Publicado hoy a las 02:24
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Los líderes de las mayores economías del mundo no lograron ningún avance importante para desbloquear las negociaciones climáticas el lunes durante una cumbre del G20 en Río de Janeiro, impactada por las guerras en Ucrania y Medio Oriente.
El presidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva preside el foro este año, mientras el multilateralismo, ya en mal estado, amenaza con sufrir aún más daños con el inminente regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
Lula puede presumir de haber podido lanzar una Alianza Global contra el hambre y la pobreza, una coalición de 82 países, y de un éxito con un compromiso común de cooperar para gravar “efectivamente” a los más afortunados.
Pero, si bien la conferencia climática COP29 en Bakú no permitió, en más de una semana, llegar a un acuerdo entre los países ricos y los países emergentes sobre quién debería financiar la adaptación al cambio climático, había grandes expectativas puestas en los líderes del G20. .
80% de las emisiones de gases de efecto invernadero
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, los instó el domingo a asumir su “liderazgo” y hacer “compromisos” para desbloquear las negociaciones. Sin embargo, no salió humo blanco del Museo de Arte Moderno, al borde de la sublime bahía de Río, donde se celebró la cumbre.
“Los líderes le están pasando la pelota a Bakú, pero el problema es que las personas que toman las decisiones están en realidad en Río”, respondió a la AFP Mick Sheldrick, cofundador de la ONG Global Citizen. “No estuvieron a la altura del desafío”, añadió, lamentando que “ni siquiera haya una referencia a lo que se obtuvo en la COP28” el año pasado en Dubái.
De hecho, los líderes del G20 no incluyeron en su declaración el compromiso de “realizar una transición justa, ordenada y equitativa hacia una salida de los combustibles fósiles en los sistemas energéticos”, que habían sido arrancados de Dubai. Los miembros del G20 (19 países, además de la Unión Europea y la Unión Africana) representan el 85% del PIB mundial y el 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Misiles de largo alcance
Más allá de las tensiones vinculadas a las cuestiones climáticas, los grandes conflictos del momento han sacudido la cumbre. Desde la primera sesión plenaria, el presidente estadounidense, Joe Biden, llamó a los países del G20 a apoyar la “soberanía” de Ucrania frente a la invasión rusa.
Su homólogo ruso, Vladimir Putin, que ya se había perdido las últimas cumbres, está notablemente ausente en Río, donde está representado por su ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov. El llamamiento de Joe Biden adquiere especial resonancia en un momento estratégico: Estados Unidos dio luz verde el domingo a Kiev para el uso de sus misiles de largo alcance contra Rusia.
El presidente francés, Emmanuel Macron, consideró el lunes la decisión de Washington “completamente buena”. Pero consideró que la declaración conjunta publicada el lunes por la tarde “habría sido más explícita”.
Llamado a un “alto el fuego”
Sin condenar a Moscú, el G20 condenó “la amenaza o el uso de la fuerza para buscar ganancias territoriales”. Y saludó “todas las iniciativas relevantes y constructivas en favor de una paz justa” y “duradera” en Ucrania.
El G20 también pidió un “alto el fuego” en la Franja de Gaza y el Líbano, mientras el ejército israelí continúa sus ofensivas allí. El presidente estadounidense participa en una de sus últimas grandes reuniones internacionales antes de entregar las llaves de la Casa Blanca a Donald Trump, un confeso aislacionista.
El presidente chino, Xi Jinping, que apareció como hombre fuerte en la cumbre de Río, advirtió que “el mundo está entrando en un nuevo período de turbulencias y cambios”, durante una entrevista con el primer ministro británico, Keir Starmer.
Los líderes del G20 también respaldaron el lunes la idea de cooperar para gravar “efectivamente” a las personas muy ricas, una iniciativa impulsada por el presidente brasileño Lula. “Con pleno respeto a la soberanía fiscal, buscaremos comprometernos de manera cooperativa para garantizar que los muy ricos paguen impuestos efectivamente”, dijeron los líderes del G20 en una declaración publicada el lunes durante su cumbre en Río de Janeiro.
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