“Mi objetivo a largo plazo es prohibir la escritura inclusiva a través del punto medio.“, anunció ante el Parlamento de la Federación Valonia-Bruselas.
Una práctica marginal
¿Con qué consecuencias sobre el terreno? Para Zoé, profesora de francés y de ciencias humanas en la región de Namur, esto no afectará a su forma de trabajar, ya que esta práctica sigue siendo marginal. “En todos los cursos que he tenido la oportunidad de impartir, ningún libro de texto utilizó escritura inclusiva. No tenemos ninguna recomendación de la gerencia sobre este asunto.“, explica.
Sin embargo, asegura que le da un lugar importante a la inclusión en estas lecciones. “Doy mucha importancia a hacer entender a mis alumnos que el papel que desempeña la mujer está evolucionando y que es más imprescindible que nunca, pero no a través de la ortografía.“, dice la profesora. Está convencida de ello, “No es gracias a este tipo de ortografía que ayudaremos a mejorar la inclusión de las mujeres en la sociedad.“
“No a la escritura inclusiva, porque confunde, alarga, afea”
Complica el aprendizaje
El principal argumento que impide a Zoé utilizar el punto medio en sus clases, pero también en la comunicación con los alumnos y sus padres, es, sobre todo, la comprensión. Acostumbrada a trabajar en entornos donde un gran número de sus alumnos están muy retrasados, no se imagina complicar la situación con una regla adicional. “Estamos tratando con algunos estudiantes que ya están completamente perdidos. Si además tenemos que enseñarles a utilizar el punto medio en sus ejercicios, no lo conseguiremos.“, se lamenta.
La ministra de Educación justifica también su voluntad de prohibir este punto medio en las escuelas francófonas del país por el riesgo que esta grafía supone para los alumnos en dificultades. La ministra destaca la confusión que estas secuencias de puntos y letras podrían causar a los niños que padecen “dis” trastornos, es decir, trastornos del lenguaje y del aprendizaje.
El despacho de Valérie Glatigny, sin embargo, insiste en el deseo exclusivo de atacar el punto medio y no otras adaptaciones ortográficas que favorezcan la inclusividad del género femenino. La declaración de política comunitaria de la mayoría MR-Engagés señala además que “La feminización de los nombres y funciones de los puestos de trabajo constituye un importante paso adelante.“.
MR y Engagés quieren acabar con la escritura inclusiva
No en el plan de estudios de las escuelas católicas.
Del lado de la Secretaría General de Educación Católica (SeGEC), la historia es idéntica. Arnaud Michel, su portavoz, explica que “el punto medio nunca ha estado en el plan de estudios de la educación católica“. “Detrás de este tipo de escritura inclusiva hay una paradoja, porque aunque incluya más el género femenino, no ayuda a los estudiantes que tienen problemas para aprender a leer, ni a los estudiantes en pleno aprendizaje para quienes el francés no es su lengua materna.“, justifica.
Al igual que el Ministro de Educación, Arnaud Michel confirma que la SeGEC insiste en que las escuelas católicas de la Federación Valonia-Bruselas participen activamente en la inclusión. Él elabora: “Animamos a los profesores de nuestra red a informar a los estudiantes sobre el tema, a feminizar los nombres de las profesiones, pero también a ofrecer más libros escritos por escritoras para leer.“
Related News :