El ambicioso contrato de servicios de TPG para los próximos cinco años está en problemas. Rechazada el viernes por el Gran Consejo, esta dotación de dos mil millones no pasó la rampa. Sólo se ha validado el presupuesto para el próximo año. Un impasse que pone en duda todo el contrato que vincula al TPG con el Consejo de Estado.
Aumentar la oferta de transporte público en un 30% hasta 2030, electrificar toda la flota, nuevas líneas de tranvía, todos estuvieron de acuerdo, hasta el cálculo de los costes de este ambicioso plan. Dos mil millones para los próximos cinco años es demasiado para la UDC, que ha pedido volver a discutir las condiciones financieras. “Entre 2023 y 2029, el aumento de esta compensación será del 60%, mientras que el aumento de la oferta será del 30%”, denuncia el diputado de la UDC Michael Andersen.
Por lo tanto, el proyecto fue rechazado debido a una enmienda votada por la derecha. Sólo se ha validado el tramo de 325 millones para 2025, lo que podría poner en entredicho la totalidad del contrato. “Una pequeña parte del paquete no es posible porque estamos contratando conductores adicionales en 2025 para ver aumentar la oferta en 2026. Sin crédito el próximo año, esto no será posible, de ahí la importancia de estos paquetes plurianuales para tener un largo plazo. “Visión a largo plazo”, critica el consejero de Estado responsable de movilidad, Pierre Maudet.
El Centro se dejó engañar por la UDC
Una decisión denunciada por la izquierda, que pide empezar a salir de este embrollo. Para Matthieu Jotterand, diputado y líder del grupo PS, el Centro debe entrar en razón y la próxima vez en el Pleno se aceptará el contrato de servicios. “La derecha debe aprovechar los debates en comisión para hacer un trabajo parlamentario serio”, argumenta.
El Centro que está a favor del contrato de servicios pero que votó a favor de la modificación de la UDC tiene, por tanto, las llaves para desbloquear la situación. “Espero obtener para la próxima sesión del Gran Consejo la información que olvidamos pedir, si se me permite decirlo, no nos oponemos al desarrollo de la oferta TPG, dos mil millones es mucho dinero, queríamos Si tenemos más detalles, al final se trata de un objetivo automático”, defiende Jacques Blondin, diputado y líder del grupo Centro de Ginebra.
Un objetivo personal que no debería tener consecuencias en el resultado final. Los eurodiputados tienen menos de un mes para revertir la situación y aceptar este plan a favor de la movilidad.
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