Durante siglos, los habitantes de Auboranges han tenido que cumplir con tareas municipales, ya sea limpiando las alcantarillas o manteniendo los senderos forestales. Pero como la ciudad se fusionará el próximo año, el sábado fue el último día de tareas domésticas.
Es por la mañana cuando cada uno descubre la tarea que le ha sido asignada. Este sábado 2 de noviembre, una cincuentena de vecinos de Auboranges acudieron para cumplir por última vez con este deber.
Porque en esta localidad friburguesa del distrito de Glâne, estas tareas figuran en el reglamento municipal: deben realizarse una vez al año, el sábado de otoño. Y el Consejo Municipal “fija la fecha y la anuncia con al menos diez días de antelación por toda una familia y mediante un cartel en el pilar público”, precisa el documento actualizado en diciembre de 2005.
“Desde los albores de los tiempos”
“Es un tradición ¡que ha existido desde casi los albores de los tiempos! Nuestro Consejo y los Consejos anteriores quisieron mantenerlo”, explica el síndico Christophe Jaccoud al micrófono de RTS. “Es una obligación que cada ciudadano que vive en el municipio de Auboranges dedique seis horas de tiempo por hogar a las tareas municipales. funciona.” Las personas que reciben una pensión AVS o AI están exentas de estas tareas.
Alrededor del 60% de la población respondió; los ausentes deberán pagar una contribución sustitutiva de 150 francos al municipio, es decir, 25 francos por hora de tareas no realizadas. El importe se recauda al mismo tiempo que otros impuestos municipales.
Un ahorro estimado en casi 20.000 francos
Un vecino que participa en este trabajo conjunto desde hace treinta y cinco años: “Cuando teníamos 16 o 17 años, era mucho trabajo físico: había muchas gárgolas, muchos barrancos, trabajábamos mucho con el cortador”. Otros están contentos con este encuentro: “A nosotros, que no venimos de la región, nos ha permitido conocer a la gente del pueblo y darnos a conocer también”, explica esta joven: “Si decidimos venir a un pueblo pequeño, también es por este espíritu comunitario”. La persona con la que trabaja hoy añade: “Me parece genial: vemos gente que no vemos todo el tiempo en el pueblo”.
Plantar los postes de nieve es la tarea más exigente y al empleado municipal le llevaría una semana completarla. Gracias al esfuerzo de sus ciudadanos, la pequeña ciudad ha podido ahorrar cerca de 20.000 francos al año.
La tradición de las corvées se abandonará en 2025, porque Auboranges se fusionará con Chapelle, Ecublens y Rue el 1 de enero.
Reportage TV: Marion Tinguely, Carlos De La Iglesia
Artículo web: Stéphanie Jaquet
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