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La polémica en torno al proyecto de golf de Donald Trump

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A medida que se acercan las elecciones presidenciales de Estados Unidos, Donald Trump está provocando polémica en Escocia con un ambicioso proyecto de campo de golf. Este último, lejos de ser unánime, parece no respetar las promesas del candidato republicano.

Mientras Estados Unidos se encuentra en medio de la agitación electoral, con los ciudadanos divididos entre Kamala Harris y Donald Trump, Escocia también vive sus propias tensiones en torno al expresidente. La construcción de un nuevo campo de golf por parte de Trump cristaliza allí una fuerte oposición, simbolizando una relación tumultuosa entre el candidato y el país de origen de su madre.

El primer ministro escocés, John Swinney, expresó su apoyo a Kamala Harris, lo que fue calificado de “insulto” por la empresa Trump International. El proyecto de golf, aunque es el tercero del multimillonario en Escocia, ha suscitado especialmente polémica por su supuesto impacto medioambiental.

Este campo de golf se inaugurará en Balmedie, en Aberdeenshire, el próximo verano, y se llamará McLeod, en homenaje a la madre de Trump. La vicepresidenta ejecutiva de Trump International Escocia, Sarah Malone, explicó que la motivación del proyecto fue el “amor duradero de Trump por Escocia”. Sin embargo, la nueva ruta, rodeada de dunas y una importante vegetación, se ha convertido en un punto de fricción para las agencias de patrimonio natural de Escocia.

En 2018, estas agencias retiraron la clasificación como sitio de interés científico a las dunas de la zona debido a trabajos previos. Sin embargo, Trump International ha afirmado que este campo estará entre los “más ecológicos jamás construidos”. Malone dijo: “Todo lo que hemos hecho ha mejorado el medio ambiente”.

Sin embargo, se escuchan voces discordantes. Maggie Chapman, parlamentaria escocesa del Partido Verde, criticó el impacto ecológico de estas construcciones en las dunas, calificándolas de “frágiles”. En el barrio, los residentes deploran la asociación de Escocia con Trump, como David Louden, que ve este proyecto como “un patio de recreo para los ricos”.

También hay una fuerte oposición de David Milne, un residente que se ha negado a vender su casa y acusa a Trump International de tomar represalias al construir una valla frente a su casa. Sin embargo, algunos, como el jubilado Willie Rowell, acogen con satisfacción la actividad económica que el proyecto podría inyectar en la zona.

A pesar de la promesa inicial de crear 6.000 empleos y una inversión masiva en la región, sólo se ha generado una décima parte de estos empleos. Neil Hobday, ex director del proyecto de la primera ruta, dijo a la BBC que se sintió “engañado” por Trump y lamentó promesas incumplidas como un hotel de lujo inexistente y 500 casas sin construir.

El gobierno escocés inicialmente justificó el proyecto por los beneficios económicos esperados. Pero las relaciones entre Trump y las autoridades escocesas se han deteriorado, sobre todo después de su controvertida visita en 2018 y de sus planes de desarrollo, que no parecen haber cobrado el impulso esperado.

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