Los acontecimientos que publica “Le Quotidien Jurassien” esta semana son poco creíbles: una banda de niños turbulentos, cuyo núcleo duro estaría formado por 3 o 4 niños de entre 8 y 10 años, “sembra el terror” desde julio en la pueblo de Soyhières (JU). Y la lista de sus fechorías denunciadas “tiene la longitud de dos brazos”, precisa el periódico. Los niños robaron el bolso de una señora, dispararon a pollos con una pistola de aire comprimido o prendieron fuego a un establo de ovejas con velas robadas. También fueron sorprendidos varias veces pateando tumbas en el cementerio o dañando equipos en la iglesia.
“Incluso defecaron bajo una estatua de la Santísima Virgen”, lamenta el presidente de la parroquia de Soyhières. Estos enfant terribles, que en ocasiones salen encapuchados según los vecinos, han sido vistos de noche y algunos testigos dicen haberles visto con un cuchillo y un hacha pequeña. El diario “Quotidien Jurassien” escribe que se trata de niños “de la misma casa, que llegaron este verano a Soyhières desde la Suiza alemana”. Al lugar se encuentran la Dirección de Protección de Niños y Adultos y el Ministerio Público. El alcalde del pueblo llama a la calma y considera que actualmente no existen pruebas para atribuir todos estos actos a estos jóvenes.
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