Argelia vuelve a ser noticia, por la actitud “inusual” de su representante, por decir lo menos, este jueves 31 de octubre, durante la sesión del Consejo de Seguridad que precede a la votación de la resolución 2756 sobre el Sáhara. El régimen de Argel intentó en vano que se aprobaran dos enmiendas: por un lado, la ampliación del mandato de la MINURSO a las cuestiones de derechos humanos en la región y, por otro, la supresión del llamamiento dirigido a él para reanudar conversaciones en forma de mesas redondas, con todas las partes implicadas en el conflicto. Para el Embajador Omar Hilale, se trata nada más y nada menos que de un “espectáculo mal escrito».
«Desgraciadamente, mi hermano argelino intentó recurrir a las emociones. Su mensaje no fue audible porque viene de un país que viola los derechos humanos, que cierra periódicos, televisiones, que persigue a la oposición, a los artistas, al pueblo cabila.», reaccionó el representante permanente de Marruecos ante las Naciones Unidas, durante una rueda de prensa organizada ayer en la sede de la ONU. El rechazo de estas dos enmiendas es sinónimo de “falla» de la diplomacia argelina y su política encaminada a dividir el Consejo de Seguridad.
Omar Hilale lo describió como “irresponsable” y “inusual» la actitud de Argelia que intentó presionar al Consejo de Seguridad, faltándole el respeto al titular de la pluma y presentando en el último momento dos enmiendas durante el debate sobre la resolución. “Esto demuestra que es exclusivamente Marruecos el que interesa a Argelia. Argelia no ha hecho lo mismo en ningún otro tema desde que se incorporó al consejo de seguridad como miembro no permanente hace diez meses», subrayó el diplomático marroquí.
Y para agregar: “Ninguna enmienda se puso en azul al enfrentarse al titular de la Pluma. No hemos escuchado un mensaje tan compasivo sobre ninguna de las preguntas que se formularon en el Consejo de Seguridad. Esto simplemente demuestra la implicación de Argelia en este asunto. Además, la resolución del Consejo de Seguridad fue clara sobre esta cuestión, citando a Argelia cinco veces como parte en el conflicto.».
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Además de un espectáculo mal escrito, Argelia también firmó un “triste salida del escenario» al decidir no participar en la votación de la resolución 2756. «Algunos diplomáticos sonrieron. Los funcionarios de la Secretaría se preguntaron: ¿qué está haciendo Argelia? Argelia perdió la oportunidad de oponerse a la resolución para demostrar que, efectivamente, está muy comprometida con las cuestiones de derechos humanos.», estima Omar Hilale.
Omar Hilale recuerda que en las Naciones Unidas, cuando un país miembro del Consejo de Seguridad no participa en la votación, significa que tiene un interés directo en el tema en discusión. “Esta es la prueba que Argelia da hoy al mundo entero, tanto en la forma y en el fondo de su comportamiento como en la presentación de su actitud”, concluye.
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