El aula del Collège des Forges de La Chaux-de-Fonds entrará en el siglo XXI. El próximo verano debería renovarse a fondo y adaptarse a personas con movilidad reducida.
Construido en 1968, este edificio que conecta los colegios Forges-Centre y Bonnefontaine nunca ha sido renovado. Basta decir que 56 años después ya no cumple toda una serie de normas. El aula es el último edificio escolar de la ciudad que no está adaptado para personas con movilidad reducida. Para el próximo verano todo debería volver a la normalidad. Se instalará ascensor y se adaptarán aseos. Pero eso es sólo la punta del iceberg. La ciudad también pretende abordar la calefacción, el aislamiento, las ventanas, la iluminación y la electricidad. Mejoras que deberían hacer que esta sala de 300 plazas sea mucho más cómoda, incluso y especialmente en invierno.
En cuanto al equipamiento, un escenario móvil desmontable sustituirá al antiguo de madera. Su sistema de iluminación y sonido pasará a ser semiprofesional. El vestíbulo contiguo también recibirá un lavado de cara, incluida la instalación de una cocina de autoservicio para estudiantes y una cocina cerrada prevista para diversos eventos.
La instalación de casilleros y la compra de mesas y sillas completarán la lista. Coste de la inversión, 2 millones de francos. El Consejo General dio su visto bueno a este gasto en septiembre de 2023. El Ayuntamiento acaba de presentar su proyecto a investigación pública. Durará hasta el 13 de enero. Mientras tanto, ya han comenzado los trabajos de demolición dentro del aula. En cuanto a los estudiantes y profesores del Collège des Forges, deberían poder tomar posesión de las instalaciones renovadas a partir del inicio del año escolar en agosto de 2025. /cwi