La francesa Gisèle Pelicot “no teme” un nuevo juicio, en caso de que uno o varios condenados por un juicio extraordinario por violaciones en serie en Francia interpongan un recurso de apelación, y “lo afrontaría”, afirmó uno de sus abogados. el viernes.
“En cualquier caso, ella no le tiene miedo. Es decir, si esto sucediera, ella ya nos dijo que lo afrontaría -si tiene salud, obviamente, ya que es una señora que hoy tiene 72 años-. Pero en cualquier caso, eso no la asusta, eso es lo que nos dijo”, aseguró Me Babonneau en France Inter.
Si el abogado de dos de los acusados anunció el jueves, pocas horas después de la sentencia, que habían recurrido sus condenas, la de Dominique Pelicot, el exmarido de Gisèle Pelicot juzgado junto con otros 50 hombres por haberla drogado y violado, La señora Béatrice Zavarro reafirmó que la decisión no fue tomada por su cliente.
“Tengo que ir a reunirme con él muy pronto en el establecimiento penitenciario para que podamos discutir los temas de un próximo procedimiento”, dijo.
Preguntada por el estado de ánimo de su clienta al finalizar este emblemático juicio por violencia machista y sexual contra las mujeres, Me Babonneau declaró que “está muy feliz de volver a casa. Ella se siente muy aliviada”.
“Ella no quiere ser vista como un ícono. No quiere ser vista como alguien extraordinario. Y en realidad es alguien que sigue siendo muy sencillo y que ha decidido intentar vivir su vida de la manera más normal”, añadió.
Sin embargo, la señora Pélicot se ha convertido en un auténtico icono feminista desde su decisión de rechazar las puertas cerradas en la apertura de este juicio histórico.
Además de su exmarido, Dominique Pélicot, de 72 años, la justicia francesa declaró culpables el jueves a los 50 coacusados, cerrando así cuatro meses de juicio.
Dominique Pélicot fue juzgado por haber rociado a su esposa con ansiolíticos durante una década, para convertirla en su objeto sexual y entregarla a decenas de hombres reclutados en Internet.
Después del veredicto del tribunal el jueves, Pelicot dijo que estaba pensando “en las víctimas no reconocidas, cuyas historias a menudo permanecen en las sombras”. “Quiero que sepan que compartimos la misma lucha”, dijo en declaraciones a la prensa.
“Ahora tengo confianza en nuestra capacidad para aprovechar colectivamente un futuro en el que todos, mujeres y hombres, puedan vivir en armonía, con respeto y comprensión mutua”, añadió.
