El Consejo Nacional de Sida y Hepatitis Virales (CNS), la ANRS – Enfermedades Infecciosas Emergentes (ANRS-MIE) y la Alta Autoridad Sanitaria (HAS) han actualizado las 15 hojas de recomendaciones sobre prevención y tratamiento de las personas que viven con el VIH (. PVVIH). Abarcan la profilaxis, el cribado, el tratamiento, pero también el seguimiento a largo plazo: embarazo, cánceres, comorbilidades y complicaciones infecciosas.
Una de las principales novedades es la recomendación de ampliar el acceso a la profilaxis preexposición (Prep) a cualquier persona con mayor riesgo de exposición, así como a cualquier persona que la solicite, incluso sin un riesgo identificado. Los expertos señalan que cualquier médico está autorizado a prescribirlo y desean ampliar esta autorización a las matronas. Piden simplificar la vía de atención con una vigilancia menos onerosa. También es necesario ampliar el acceso al tratamiento post-exposición (PET) y simplificar su dispensación mediante nuevos métodos de prestación (farmacia comunitaria o asociaciones autorizadas).
Lactancia materna autorizada bajo determinadas condiciones
Se vuelve a especificar el plazo para iniciar el tratamiento antirretroviral (ARV): el tratamiento debe iniciarse dentro de los 14 días siguientes al diagnóstico (cuyo algoritmo también se ha revisado para validar el resultado en un plazo de siete días). Por tanto, no es imprescindible esperar a todos los resultados de la evaluación inicial. Se han simplificado las pautas para las moléculas de primera línea: bioterapia o triple terapia diaria para el VIH-1 (triterapia para el VIH-2), en un solo comprimido oral para mejorar el cumplimiento. En caso de éxito virológico, son posibles otras pautas: pasar de la terapia triple a la terapia dual oral diaria o a la terapia dual inyectable bimensual o incluso a la terapia triple intermitente (cuatro días por semana).
Se debe apoyar el proceso de embarazo de las mujeres que viven con VIH (preconcepción, tratamiento perinatal, seguimiento obstétrico). Anuncio sin precedentes: la lactancia materna es posible, bajo estrictas condiciones para proteger al niño (carga viral indetectable desde el 1es trimestre, seguimiento reforzado, cumplimiento, profilaxis postnatal del bebé).
En el caso de los niños que viven con el VIH, el tratamiento debe iniciarse lo antes posible (especialmente en lactantes y en casos de inmunodeficiencia grave) y progresar con la edad (galénico, efectos adversos). La información que se le dé al niño debe ser progresiva según su edad. Los expertos destacan las dificultades vinculadas a la adolescencia, período crucial que corre el riesgo de incumplimiento y durante el cual la apropiación del diagnóstico y sus implicaciones es difícil. Nos recuerdan la importancia de apoyar la transición a la edad adulta.
Patologías asociadas: tratamiento específico
Las complicaciones infecciosas que acompañan al VIH (neumocistosis, tuberculosis, cándida, etc.) siguen siendo un problema importante. Para determinadas infecciones se recomienda la profilaxis primaria o secundaria, que puede interrumpirse una vez que la reconstitución inmunitaria con ARV sea suficiente.
La eficacia de los tratamientos está aumentando y la esperanza de vida de las personas que viven con el VIH se está alineando con la de la población general. Así, las instituciones han emitido recomendaciones sobre el seguimiento específico del VIH en el contexto del envejecimiento: comorbilidades (enfermedades cardiovasculares, endocrinas, metabólicas, etc.) y cánceres.
En cáncer, los expertos invitan considerar el VIH “sólo” como una comorbilidad. Las estrategias de cribado son similares a las de la población general, excepto en el caso del cáncer de ano por VPH (alta prevalencia). En cuanto a la atención terapéutica, es el tratamiento ARV el que se adapta al tratamiento oncológico (y no al revés), salvo en los casos de coinfección por VHB o VHC (riesgo de reactivación de la hepatitis) y cáncer broncopulmonar (interacciones farmacológicas).
Los ARV de acción prolongada cambian las reglas del juego
Las formulaciones de acción prolongada (LA) están ganando popularidad para facilitar el cumplimiento. Ya existen tratamientos curativos y varios estudios confirman su eficacia preventiva y su superioridad frente a las formas orales, como es el caso del cabotegravir inyectable bimestral. Revolución de 2024: el lenacapavir de Gilead, que ganó el premio Ciencia de innovación en 2024, ha demostrado ser extremadamente eficaz como medida preventiva en mujeres cis, con dos inyecciones al año. Después de numerosos llamamientos internacionales para hacerlo accesible en todo el mundo, el gigante farmacéutico concluyó a principios de octubre un acuerdo de licencia voluntaria con seis fabricantes de genéricos para su distribución en 120 países.