Cuando se trata de los derechos de las mujeres, algunos de nuestros conservadores tienen los mismos reflejos que ciertas almas buenas de la Alemania nazi descritas por Hafner. El escritor señaló que cuando un judío era atacado, la gente prefería discutir la “cuestión judía” y el lugar de los judíos en la sociedad alemana en lugar de luchar y condenar el antisemitismo. Estamos siendo testigos del mismo patrón en Senegal: los guardianes del orden establecido nunca o a menudo reaccionan con mucha timidez ante las violaciones, la violencia y la discriminación que sufren las mujeres, pero a menudo son los primeros en dar un paso al frente cuando las organizaciones de defensa de los derechos de las mujeres expresan su opinión. subirse –a veces de forma bastante torpe– a las redes o recomendar medios de lucha cuanto menos provocativos, como el tatuaje del nene (nalgas en el aire).
Las palabras del Imam Ahmadou Mactar Kanté, en la edición del diario L’Observateur del martes 17 de diciembre, son muy ilustrativas del estado de ánimo de algunas personas religiosas. El señor Kanté se muestra muy indignado por estos “modos de lucha que deshonran a las mujeres”, aunque reconoce que “el fin es noble”.
Nos hubiera gustado, sin embargo, que el Imam Kanté y sus colegas hubieran expresado con la misma fuerza su indignación en algunos casos emblemáticos que recientemente han saltado a los titulares: el martirio sufrido por Dieynaba Ndiaye en su casa, la niña de 9 años violada y impregnado en Joal, la pobre mujer vulnerable violada por su hijo, y otros.
Me parece que el verdadero problema, el que primero debe movilizar energías, es la necesaria lucha contra la violencia contra las mujeres. El resto es anecdótico y vana polémica. Hay que mirar primero las razones del enfado de estas mujeres y no sus formas de lucha que, repito, pueden ser excesivas. Les recuerdo que las mujeres se desnudaron en Bignona en marzo de 2023 para protestar contra la violencia policial. Allí también los pechos desnudos de estas mujeres eran anecdóticos, lo principal era el significado de su lucha.
Autor: Adama NDIAYE – Seneweb.com
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