(Berlín) Olaf Scholz perdió el lunes el voto de confianza de los diputados alemanes, cerrando el capítulo de un mandato truncado por la implosión de su frágil coalición gubernamental que llevará a la mayor economía de Europa a las elecciones legislativas del 23 de febrero.
Publicado a las 11:00 a.m.
Isabelle LE PÁGINA
Agencia France-Presse
Sin mayoría parlamentaria desde hace más de un mes, la canciller había planteado esta cuestión de confianza al Bundestag, con el objetivo de perderlo e iniciar el procedimiento oficial de elecciones anticipadas.
Esta será una oportunidad para que los “votantes” se pronuncien sobre la cuestión “fundamental” del rumbo a seguir por el país que atraviesa una grave crisis económica, defendió el lunes el líder socialdemócrata.
El resultado está en línea con el objetivo: entre los diputados presentes, 394 votaron en contra de la confianza, 207 votaron a favor y 116 abstenciones.
El canciller sonrió ante este anuncio y se dirigió a su vicecanciller, el ecologista Robert Habeck, para estrecharle la mano.
Después de la votación perdida, un acontecimiento poco común en la historia política alemana, Olaf habló con el jefe de Estado Frank-Walter Steinmeier, quien disolverá la cámara y convocará la votación en la fecha acordada del 23 de febrero.
En las horas anteriores, el debate en el Bundestag se había centrado en un inventario de los tres años transcurridos en el poder por el líder socialdemócrata.
“Tuviste tu oportunidad, pero no la aprovechaste”, dijo Friedrich Merz, jefe del campo conservador CDU/CSU y favorito para reemplazar a Scholz al frente del país.
“La peor crisis”
Las cuestiones económicas y sociales dominaron los debates, reflejando la campaña electoral que ya estaba en marcha en el país.
Friedrich Merz acusó a Olaf Scholz de dejar el país “en una de las peores crisis económicas de la posguerra”.
Alemania, amenazada por una segunda recesión anual consecutiva, se enfrenta a un desafío a su modelo industrial y teme las repercusiones que la elección de Donald Trump tendrá para sus exportaciones.
Olaf Scholz se presentó como el defensor de un Estado social protector para los más vulnerables y de un gasto de inversión futuro para reactivar la economía.
De esta cuestión de las inversiones “depende todo lo demás: nuestra seguridad, nuestra prosperidad futura, la competitividad de nuestra economía, el buen empleo y la buena formación y, finalmente, la cohesión social en el país”, insistió.
La cuestión es central en el ámbito de la defensa, donde el país necesita “inversiones masivas” en el contexto de la guerra de agresión rusa en Ucrania.
“Si hay un país en el mundo que puede permitirse invertir en el futuro, somos nosotros”, insistió, subrayando que la deuda de Alemania ronda el 60% del PIB, mientras que en la mayoría de los demás países del G7 supera el 100%.
Los desacuerdos sobre la política económica y el nivel del gasto público ya habían sido la causa de la caída de la coalición gubernamental tripartita. Desde la destitución de su ministro liberal de Finanzas en noviembre, Olaf Scholz ha liderado un gobierno minoritario entre su partido socialdemócrata y los Verdes, cuya acción legislativa ha quedado paralizada.
Encarnar la estabilidad
A pesar de su impopularidad crónica, el líder imperturbable quiere creer en sus posibilidades de un segundo mandato.
A estas alturas, las encuestas le dan pocas esperanzas y Alemania se encamina hacia una alternancia política con la clara victoria del campo conservador CDU/CSU, liderado por Friedrich Merz, con entre el 30 y el 33% de las intenciones de voto.
El partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) obtiene entre el 17 y el 19,5%, pero los demás partidos excluyen cualquier cooperación con él.
El SPD (partido socialdemócrata) obtendría entre el 15% y el 17% de los votos, los Verdes entre el 11,5% y el 14%.
Pero el canciller ya ha demostrado su capacidad para desafiar los pronósticos al ganar las elecciones de 2021, contra todo pronóstico.
Y quiere renovar su actuación tranquilizando a través de su experiencia en un contexto geopolítico global atormentado y sumido en lo desconocido por la elección de Donald Trump a la Casa Blanca.
Los socialdemócratas no pierden la oportunidad de poner de relieve la inexperiencia de Friedrich Merz, marginado por la excanciller Angela Merkel (2005-2021) y que nunca ocupó un cargo ministerial ni de alcalde.