La enfermedad de la lengua azul (TB) también está causando estragos entre los bisontes de la Suiza francófona. La Asociación Europea de Bisonte de la Selva de Suchy (ABEFS) anunció el domingo la muerte de una hembra nacida en 2017, que llegó a Suchy (VD) hace cinco años.
La ABEFS “lamenta comunicar que nuestra hembra Pola IV, apodada la Tiña por su carácter asertivo, falleció en la mañana del 29 de noviembre. Nació en 2017 en el centro de cría de Pszczyna en Polonia”, dice un comunicado de prensa.
Desde finales de octubre, varios animales del criadero de Suchy, que forma parte de la red de centros de conservación del bisonte europeo, han contraído la enfermedad de la lengua azul. Esto se debe a un virus transportado por una mosca muy pequeña de la familia Ceratopogonidae, precisa la ABEFS.
Según la Oficina Veterinaria Federal, la enfermedad está actualmente muy extendida en la meseta suiza y afecta a muchas explotaciones ganaderas.
En Suchy, el 20 de octubre fue el primer hombre que mostró signos de la enfermedad. Fue tratado con antiinflamatorios. Luego se vieron afectados otros dos animales, entre ellos Pola IV, que, a diferencia de los demás, no se recuperó.
En el ganado, los síntomas de la Lengua Azul son salivación abundante, seguida del bloqueo de los músculos de la mandíbula y luego de las patas, lo que lleva a una parálisis que les impide beber, alimentarse y moverse. Todo esto va acompañado de una rápida pérdida de peso.
Pola IV también sufrió otras complicaciones, como inflamación de los pies, desprendimiento del cuerno de las pezuñas e importante insuficiencia renal.
Especies debilitadas
A escala internacional, desde este otoño se han registrado varios casos de mortalidad en centros de cría similares al del bosque de Suchy, en particular en los Cárpatos rumanos, donde ya han muerto tres bisontes.
Estos “desafortunados acontecimientos nos recuerdan la fragilidad de estos bisontes europeos, que provienen todos de los doce individuos reunidos en 1922 y que sirvieron para el renacimiento de la especie”, señala la ABEFS. “La especie, que cuenta con unos 10.000 individuos principalmente en Europa del Este, sigue sufriendo un empobrecimiento genético, con las debilidades que ello conlleva”.
olpe, ats