El sábado 30 de noviembre, Donald Trump eligió a uno de sus mayores seguidores, Kash Patel, para dirigir el FBI. A sus 44 años, este hijo de inmigrantes indios, asesino de la teoría conspirativa del “Estado profundo”, quiere purgar a la policía federal desde dentro. “Estoy orgulloso de anunciar que” Kash “Patel será el próximo director de la Oficina Federal de Investigaciones”. Con estas palabras el presidente electo Donald Trump designó a Kash Patel como jefe del FBI el sábado 30 de noviembre. “Kash es un brillante abogado, investigador y luchador de America First, que ha pasado su carrera exponiendo la corrupción, defendiendo la justicia y protegiendo al pueblo estadounidense”, explicó Donald Trump en su red Truth Social.
Este anuncio del 47º presidente de Estados Unidos implica que el actual director, Christopher A. Wray, nombrado en 2017 por el mismo Donald Trump, sea despedido o dimite sin esperar al final de su mandato de diez años.
De abogado a político
Nacido en 1980 en Rhode Island, en el seno de una familia de inmigrantes indios relativamente acomodados, Kash Patel estudió en la Universidad de Richmond, Virginia, antes de asistir a la Universidad Pace, donde se licenció en Derecho. Sin éxito para él ya que no fue contratado en la firma que soñaba.Después de un período vertiginoso en el Departamento de Justicia, Patel es Empleado como asesor de Devin Nunes, un político republicano de California involucrado en la campaña presidencial de Donald Trump en 2016 y futuro director ejecutivo de Truth Social.
Si el multimillonario intentó nombrarlo para la CIA durante su primer mandato, la negativa de la dirección finalmente llevó a sus fieles a otro puesto: el de Secretario de Defensa, donde ocupó cargos en el Consejo de Seguridad Nacional y en el Pentágono.
ASESINO DEL “Estado profundo”
Por tanto, es difícil encontrar alguien más leal a Trump que este hijo de inmigrantes indios. Lo demuestra su libro sobre el “Estado profundo”, una teoría conspirativa muy extendida entre los partidarios del presidente electo según la cual los burócratas del gobierno trabajan en las sombras contra Donald Trump.
Fue su lealtad inquebrantable, particularmente durante el asalto de los partidarios de Donald Trump contra el Capitolio el 6 de enero de 2021, lo que terminó por convencer a Donald Trump.
A sus 44 años, Kash Patel nunca ha mostrado la más mínima duda sobre las afirmaciones de Trump sobre su no participación en el ataque, a pesar de que los fiscales demócratas lo designaron como el “incitador en jefe”.
Kash Patel defendió a muchos alborotadores hasta el punto de recaudar fondos para los que habían sido condenados. Una vez sugirió que el 6 de enero de 2021 era “un movimiento por la libertad de expresión”.
Patel, acérrimo crítico del FBI, pidió durante la campaña por el cierre de la sede de la agencia en Washington, transformarla como un “museo del estado profundo”.
Si bien quiere despedir a sus líderes y someter a las fuerzas del orden del país, Kash Patel promete erradicar la “tiranía gubernamental” y procesar a cualquiera que “abuse de su autoridad con fines políticos”.