En el PS, Elio Di Rupo y Estelle Ceulemans consideran este nombramiento “en total contradicción con los objetivos económicos, sociales y éticos del Partido Socialista y del Grupo S&D”. “Por primera vez en la historia de la Unión Europea, una persona de extrema derecha ocupa una posición emblemática dentro de la Comisión Europea. ¡Estaremos unidos para defender más justicia social, respeto y protección de los derechos y libertades fundamentales!”
Para Saskia Bricmont (Ecolo), “la extrema derecha ha entrado en el redil, las políticas medioambientales están en declive, defensa y competitividad son las palabras clave; un pobre proyecto para la Unión Europea cuyo futuro está hoy “realmente en juego”. Sara Matthieu (Groen) comparte estas críticas, aunque la decisión de votar en contra le resultó “difícil de tomar”.
Este proyecto tampoco es el de Marc Botenga y Rudi Kennes (PTB-PVDA). Señalan la ausencia de un impuesto a los millonarios o las multinacionales, así como de políticas presupuestarias que impondrán recortes en los servicios públicos y los derechos sociales. Denuncian un “giro militarista” de la nueva Comisión y una “complicidad” con Israel en el conflicto de Oriente Medio.
Los eurodiputados aprueban el nuevo equipo de Ursula von der Leyen
Los tres diputados de Vlaams Belang votaron en contra, recordando el auge nacionalista de las últimas elecciones, que según ellos no sería tenido en cuenta por la nueva Comisión. “Somos los primeros de mañana, mientras que esta Comisión es la última de ayer”, afirman Tom Vandendriessche, Gerolf Annemans y Barbara Bonte.
Vooruit comparte la abstención del MR y de los Engagés. “Trabajar con la extrema derecha es y seguirá siendo una línea roja que no cruzaremos”, según Kathleen Van Brempt y Bruno Tobback. Pero para ellos, es hora de pasar página en la formación de la Comisión y asumir desafíos como la transición climática e industrial, o los conflictos comerciales que se avecinan. “Sólo a nivel europeo podemos reaccionar. Corresponde a la Comisión abordarlo ahora”, dicen, prometiendo ser constructivos.
Por parte del N-VA, Johan Van Overtveldt, Assita Kanko y Kris Van Dijck conceden a la nueva Comisión “el beneficio de la duda”. Destacan la necesidad de estabilidad en este período de turbulencia geopolítica. Les conviene el énfasis en la competitividad, en la reducción de la presión regulatoria, en las inversiones, en la seguridad y en la defensa. “Pero estaremos atentos a cómo estas intenciones se hacen realidad”.
El entusiasmo, por el contrario, se afirma entre Hilde Vautmans (Open Vld). La nueva Comisión fija “las prioridades adecuadas”, con énfasis en el mantenimiento del empleo en Europa, un mayor apoyo a los empresarios y una política climática vinculada a la competitividad de la economía. “En su discurso, la señora Von der Leyen se mostró como una líder fuerte que quiere unir a Europa. Claramente buscó un amplio apoyo dentro del Parlamento. Si bien Europa está siendo atacada por todos lados, esto es exactamente lo que necesitamos”.
En cuanto al CD&V, miembro del PPE de Ursula von der Leyen, subraya la importancia de un gobierno sólido para la Unión, mientras que 14 miembros de la nueva Comisión proceden del PPE o están cerca de él. “En un momento en el que Alemania ya no tiene un gobierno de pleno derecho, en el que el gobierno francés camina con un solo pie y en el que otros países viven situaciones políticas inestables, es importante que Europa esté firmemente gobernada”, afirmó Wouter Beke y Liesbet Sommen. El funcionario electo de habla alemana Pascal Arimont (CSP), también miembro del PPE, también apoyó a Von der Leyen II.