La amenaza de un aumento de los aranceles estadounidenses sobre los productos canadienses es un duro golpe para varias empresas quebequenses que exportan a Estados Unidos o que planeaban establecerse allí.
“Crea mucho estrés. Llevamos mucho tiempo trabajando duro para desarrollar el mercado americano y luego nos preguntamos si en el futuro habrá sido un fracaso”, lamenta la directora general de Ecorad, Patricia Cloutier, en una entrevista con El Diario.
La pequeña empresa especializada en la restauración de radiadores antiguos de hierro fundido compró un negocio al sur de la frontera en 2017 y abrió un almacén en Connecticut, además de invertir en marketing y formación para intentar “irrumpir en el mercado americano”.
La directora general de Ecorad, Patricia Cloutier.
Foto proporcionada por ECORAD
Todos estos esfuerzos podrían quedar anulados si la administración estadounidense siguiera adelante e impusiera aranceles del 25% a todos los productos procedentes de Canadá, como Donald Trump anunció que quería hacer después de su toma de posesión en enero.
“Favorecerá a mis competidores, porque tendré que aumentar mis precios. Tendremos que pensar en una estrategia para seguir siendo competitivos”, reflexiona M.a mí Cloutier.
“Y si después de todos nuestros esfuerzos no hay resultado, o nos vemos obligados a posponerlo todo… es bastante desalentador”, añade. “Además, acabo de ver que el dólar canadiense se ha desplomado…”
“Un desastre”
En Sainte-Marie-de-Beauce, la empresa Beauce Atlas, que fabrica 35.000 toneladas de acero al año, sufre desde el lunes “una onda de choque”. La empresa, que cuenta con tres fábricas, todas ellas en la región de Chaudière-Appalaches, exporta el 90% de su producción al otro lado de la frontera.
“¡El anuncio de Trump es un desastre para nosotros! Todavía nos preguntamos si esto sucederá el 20 de enero, pero lo anunciado sigue siendo importante”, lamenta Nicolas Blais, director general y vicepresidente de ventas.
El empresario dice que recibió llamadas de cuatro clientes en Boston y Nueva York en unas pocas horas el martes por la mañana.
“¡Querían saber qué era! “Tenemos contratos que estipulan que en el momento de la firma se conocen todos los precios y que los precios adicionales impuestos en el futuro serán responsabilidad del cliente, pero hay un 66% de nuestros contratos en los que no es así”, concluye.
Planifique con anticipación
Para la empresa Fredac Corporation, que trabaja en el sector del acero y que posee tres fábricas en Quebec, concretamente en Laval, Montérégie y Centre-du-Québec, los planes de abrir una fábrica en Estados Unidos eran evidentes desde el inicio de la campaña electoral de Donald Trump.
“Llevamos seis meses pensando y trabajando para abrir una fábrica en Plattsburgh y digamos que en este momento no me arrepiento, lo estábamos planeando”, explica Frédéric Albert, propietario de Fredac Corporation.
El empresario calcula que el 50% de la producción de compactadores de residuos y cartón de la empresa se exporta a Estados Unidos y que un aumento de los aranceles aduaneros sería imposible de gestionar.
“No veo cómo Canadá puede seguir exportando con un impuesto del 25%, es imposible, no tenemos margen […]”De nuevo, tendremos que esperar para ver cuál será la respuesta de nuestros gobiernos”, añade.
Preocupaciones
De hecho, el impactante anuncio de Donald Trump preocupa a muchas empresas quebequenses que exportan bienes a Estados Unidos.
Varios de ellos incluso han comenzado a trasladar mercancías a almacenes al otro lado de la frontera, para evitar tener que pagar aranceles, testifica Daniel Bérard, director general de la empresa de transporte DFS.
“La semana pasada ya había una señal de que Trump iba a anunciar un aumento de aranceles. Inmediatamente vimos que el mercado se activaba y actualmente estamos transfiriendo muchas cargas de Quebec a los almacenes americanos”, explica en una entrevista.
“Las empresas acostumbradas a realizar envíos semanales envían todo lo que pueden de una vez al lado americano antes de verse afectadas por los aranceles”, añade Bérard.
Frente uni
Por parte de la Federación Canadiense de Empresas Independientes (CFIB), tememos el “importante impacto económico” que tendría una interrupción en el movimiento de productos canadienses hacia Estados Unidos.
“Canadá debe tomar muy en serio la declaración de Trump y presentar un frente unido para responder a este desafío. La incertidumbre en torno a la cuestión de los aranceles aduaneros presionará a las pymes canadienses y podría cambiar sus planes de crecimiento”, advirtió la organización en un comunicado de prensa.
“Las empresas esperan lo peor, pero esperan lo mejor. Hay algunas empresas que quieren abrir fábricas en Estados Unidos para evitar los aranceles aduaneros”, subraya Victoria Drolet, asesora principal del Consejo del Patronato de Québec.
– Con la colaboración de Mathieu Boulay
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