Enviado especial a Estrasburgo
doEl Parlamento Europeo aprobó esta tarde la nueva Comisión con una mayoría menor que en julio. De los 688 votos emitidos, 370 votaron a favor, 282 en contra y 36 se abstuvieron. Una mayoría más estrecha que en julio, cuando el Presidente de la Comisión fue elegido para un segundo mandato, con 401 votos.
Ursula von der Leyen y sus 26 comisarios contaron con el amplio respaldo de los grupos PPE (conservador) y Renew (liberal), con un poco más de escepticismo entre los socialistas. Además de la tradicional “mayoría europea”, los Verdes y, en menor medida, los conservadores y reformistas de Giorgia Meloni también apoyaron parcialmente al nuevo ejecutivo.
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En las filas belgas, los francófonos habían anunciado que no apoyarían a la nueva Comisión. Por tanto, el MR y los Engagés se abstuvieron. Por su parte, el PS, Ecolo y el PTB votaron en contra. Todos denunciando la vicepresidencia confiada a Raffaele Fitto, miembro de Fratelli d’Italia (ECR, extrema derecha). Del lado de habla holandesa, el N-VA, el CD&V y el Open VLD apoyaron la nueva Comisión, mientras que Vlaams Belang votó en contra y Vooruit se abstuvo.
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Al defender la causa de su universidad, “el equipo que Europa necesita en este momento de la historia”, Ursula von der Leyen elogió su diversidad pero deploró la falta de paridad. “Al inicio del proceso de nominaciones, tenía cinco nombres de mujeres. Luché con uñas y dientes para llegar al once. No es ni la mitad, definitivamente no es suficiente. Todavía queda mucho trabajo. » Por otra parte, se alegra el jefe del ejecutivo, este último tiene, además de 27 nacionalidades, todas las generaciones, “ex primeros ministros, ministros, alcaldes, periodistas, empresarios, biólogos y físicos”. Algunos vivieron la guerra, otros la transición a la democracia”. Con una mención especial para Hadja Lahbib, responsable de Igualdad, “que ella misma ha roto tantos techos de cristal”.
El comisario belga, una vez realizada la votación, reaccionó destacando el “honor y la responsabilidad” de la misión. Que será, a partir del 1es diciembre, “para proteger a los europeos y fortalecer sus derechos. Encarnar la Unión en sus valores fundacionales dándole un rostro justo y humano. Responder a las expectativas de los ciudadanos a través de la solidaridad y la inclusión, y a sus inquietudes a través de una estrategia de preparación y prevención de crisis y amenazas.
“En el trabajo”
Al concluir su discurso ante los diputados, Ursula von der Leyen insistió en la urgencia de ponerse a trabajar “inmediatamente”. Marcando la prioridad del legislador: la competitividad, que tendrá su “brújula”, “primera gran iniciativa de la nueva Comisión”. El cual se desglosará en tres pilares: innovación, descarbonización y seguridad. Y requerirá “nuevos enfoques”: inversiones, públicas y privadas, simplificación regulatoria, una fuerza laboral actualizada (cualitativa y cuantitativamente). Áreas de trabajo que movilizarán a casi todos los comisarios, con competencias muy variadas. “Es un equipo”, insiste quien es más que nunca su líder. “Pongámonos manos a la obra”, concluyó.
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