También destaca que Proximus está lejos de ser el único actor del sector de las telecomunicaciones que ha experimentado una fuerte caída en su capitalización bursátil en Europa. Sólo hay que tener en cuenta una excepción: Deutsche Telekom, que también está presente en el mercado americano con T-Mobile.
“Muchas excusas”
Pero las explicaciones de Proximus no llegan al diputado del N-VA, Michael Freilich. “Escucho muchas excusas”particularmente sobre la necesidad “invertir en fibra. ¡Todos los países deben hacer esto!” proclama, preguntándose por qué el “el flujo de caja es espectacular”. Sólo 18 millones de euros. “Incluso para el mercado es muy bajo. KPN (nota del editor: principal operador de telecomunicaciones de los Países Bajos) tiene un flujo de caja de 800 millones de euros.”
Por parte de Proximus, la respuesta es simple: “Teníamos un flujo de caja de 500 millones de euros antes de fibra. Una vez finalizada la inversión en fibra, que cuesta 500 millones, el flujo de caja aumentará. Es mecánico”. Para Guillaume Boutin, es por tanto provisional, pero también reflexiva: “Es una elección de la empresa. Es la elección del futuro”.
No es suficiente para tranquilizar a Michael Freilich. “Tus propias cifras te contradicen”afirma, mencionando las proyecciones de la empresa que estiman un flujo de caja de entre 100 y 150 millones de euros entre 2028 y 2030, es decir, una vez finalizadas las inversiones vinculadas a la fibra.
Él escucha externamente
Más que la estrategia de Proximus, el diputado del N-VA abordó también la cuestión de las ambiciones internacionales de la empresa, denunciando la adquisición de la plataforma india Route Mobile. Una importante inversión internacional cuyos fondos podrían haberse gastado en Bélgica.
Pero para Proximus, la inversión será rápidamente rentable y constituirá “70% del flujo de caja de Proximus” que se utilizará para “invertir en el mercado belga.”
Finalmente, varios diputados exigieron que la empresa de telecomunicaciones acepte una auditoría externa. Una solicitud que surge tras sospechas de transacciones artificiales entre BICS, filial internacional de Proximus, y Telesign, filial estadounidense de la empresa. Y que habría supuesto el despido de Matteo Gatta, director general de BICS, en febrero de 2024.
Solicitud a la que Proximus respondió que ya se había realizado una auditoría externa. Especificando que el informe estaría a disposición de los parlamentarios. “No tenemos nada que ocultar”afirmó Stefaan De Clerck, presidente del consejo de administración de la empresa belga.