París acogió una visita real que no dejó de despertar el interés de los transeúntes y de los medios de comunicación. Su Majestad el Rey Mohammed VI, acompañado de sus hijos, el príncipe heredero Moulay Hassan y la princesa Lalla Khadija, fue visto durante un paseo familiar, que combina sencillez y convivencia, por las calles de París.
Este paseo, plasmado en algunas fotografías discretas y ampliamente difundido en las redes sociales, ilustra una faceta más personal e íntima del soberano marroquí, conocido por su apego a la unidad familiar. Vestidos elegantemente pero sin ostentación, Su Majestad el Rey y sus hijos pasearon por las calles de la capital francesa, confirmando el especial cariño que el Soberano siente por París, ciudad que visita habitualmente.
Más allá de su carácter informal, esta salida real a París tiene una fuerte dimensión simbólica. Refleja una imagen moderna y accesible de la monarquía marroquí. El príncipe heredero Moulay Hassan, de 21 años, ya reconocido por su progresiva implicación en los asuntos públicos, y la princesa Lalla Khadija, de 17 años, en representación de la nueva generación real, encarnan una continuidad marcada por la serenidad y la apertura.
Esta salida se produce también en un contexto diplomático marcado por un fortalecimiento de las relaciones entre Marruecos y Francia. Aunque privado, este paseo podría verse como una forma implícita de mostrar la solidez de los vínculos que unen a los dos países.
