Se llaman Frizzy, Ouidad, Nayra, por citar sólo algunos… ¿Qué tienen en común? Representan la nueva generación de artistas femeninas que aportan un soplo de aire fresco al panorama musical marroquí.
Del rap al pop, pasando por la música electrónica e incluso el gnaouie, cada vez más mujeres ocupan un lugar central y aprovechan su herencia musical marroquí para crear sus propias creaciones. Pero ¿podemos seguir hablando de una “nueva escena” como fue el caso del “movimiento Nayda” que apareció en los años 2000? Maria Daïf, actriz cultural, no parece ser de esta opinión. “No sé si realmente podemos hablar de un nuevo escenario, en el sentido de que no veo un fenómeno como en los años 2000-2010. Hoy en día no existe una nueva escena femenina marroquí, pero sí hay artistas femeninas marroquíes que están surgiendo.. También he observado, durante 10 o 15 años, un verdadero deseo de aprovechar la herencia musical marroquí…”
La misma historia con otro actor cultural influyente que prefiere permanecer en el anonimato. “Lo que también tienen en común estos jóvenes artistas es su audacia. Se apoderan de géneros que hasta entonces estaban dominados por figuras masculinas. Este desarrollo refleja una sociedad marroquí que cambia rápidamente, donde las mujeres reclaman cada vez más su lugar”.
Eclecticismo y compromiso
La escena musical marroquí está en auge, se emancipa y gana terreno. Los artistas de esta nueva generación no sólo producen música; también transmiten mensajes fuertes. A través de sus canciones abordan temas sociales y políticos como la igualdad de género, los derechos de las mujeres y la libertad de expresión. Su música se convierte entonces en una herramienta de promoción y sensibilización, que encuentra una resonancia particular en una sociedad marroquí en busca de cambio.
Al mismo tiempo, su éxito también se basa en el dominio de las nuevas tecnologías y de las redes sociales. Estas plataformas les permiten sortear los circuitos tradicionales de distribución de música, a menudo más conservadores, y llegar a un público más amplio, más allá de las fronteras marroquíes. Al apropiarse de estas herramientas modernas, participan en la internacionalización de la escena musical marroquí, contribuyendo así a hacerla brillar a escala mundial.
Entre los artistas que marcan esta nueva generación, se encuentran “Frizzy, joven rapera que se consagró transmitiendo estilos libres en las redes sociales”, explica nuestro especialista. El año pasado, Frizzy fue convocada para ser parte de la campaña. “Bghatha lwa9t”. Apoyada por ONU Mujeres, la campaña tuvo como objetivo sensibilizar sobre la necesidad de reformar el Código de Familia y el Código Penal. Esta campaña también está disponible a través de una canción de rap escrita e interpretada por Frizzy. Una canción impulsada por un texto conmovedor que rápidamente se volvió viral. Junto a él, también podemos citar a Nayra, rapera, autora y compositora marroquí-egipcia. Con tatuajes amazigh en la cara, reivindica en voz alta sus orígenes. Ouidad es también una de esas artistas jóvenes que están en ascenso. “Ella creó este maravilloso proyecto “Aïta mon Amour”enumera Maria Daïf antes de recordar: “También quiero mencionar a Hind Ennaira y Asma Hamzaoui que están en el registro Gnaoui. Son la prueba de que hay candados que se rompen y fronteras que se traspasan”.
No podemos abordar la cuestión de la nueva generación de artistas femeninas sin mencionar la aparición de raperas marroquíes en los últimos años. Entre ellos, “Khtek, un pionero en el mundo del rap que es reconocido en la escena como un rapero consagrado”subraya la actriz cultural.
Entre los DJ, las mujeres no se quedan fuera. Cada vez más, las mujeres se adueñan de los platos y lo hacen de forma brillante. Es el caso de Kawtar Sadik, que se ha consolidado como una figura imprescindible de la música electro fusión. Su poderosa voz y sus composiciones la convierten en una de las DJs más populares del momento. Desde Rym Fikri hasta Soukaina Fahsi, Manal y Jaylann, por nombrar sólo algunos, todos estos artistas destacan por su fuerza y autenticidad que resuenan en la juventud marroquí. “Estos artistas tienen un derecho de doble pertenencia a su territorio, a su tierra y a su cultura de origen, que es Marruecos. También tienen una pertenencia universal para tener influencia a nivel nacional pero también internacional. apoya a María Daïf.
Desafíos a superar
Sin embargo, este meteórico ascenso no está exento de obstáculos. Las mujeres artistas en Marruecos siguen enfrentándose a desafíos considerables, ya sean sociales, culturales o institucionales. El peso de las tradiciones, la falta de apoyo de las estructuras productivas, así como los estereotipos de género persisten, haciendo que su camino a veces esté plagado de obstáculos. “En el mundo en el que vivimos, en todos los ámbitos combinados, las mujeres somos guerreras”entona María Daïf. “Las mujeres sufren lo que yo llamo el doble castigo, el del ejercicio de ser artista en el sentido de que estamos en un país que lucha por desarrollar una verdadera industria y producción musical… En Marruecos, no tenemos un sistema que permita la aparición de una escena. Tenemos gente que está luchando por poder estar ahí y ser visibles”afirma la actriz cultural antes de añadir: “También está el hecho de ser mujer artista y tener que gestionar la visión de la sociedad que todavía mira negativamente a las mujeres que se afirman y dan voz”. Ella continúa: “El otro obstáculo es este tipo de dictado masculino que significa que pensamos primero en los hombres antes de pensar en las mujeres. La programación es esencialmente masculina”lamenta María Daïf. Sin embargo, la sociedad marroquí está evolucionando y las mujeres ahora tienen su lugar en todos los sectores, incluido el de la música.
“No son muchos pero están ahí, los vemos, los escuchamos”modera el ex director de Uzine. “Hay festivales como L’Boulevard, Gnaoua, Timitar, Jazzablanca, Moga y otros que trabajan por la paridad para que estas mujeres sean visibles”subraya nuestro actor cultural. “Otras palancas que permiten a estos jóvenes artistas tener visibilidad son las redes sociales, las plataformas de streaming y las teleconexiones”, él continúa. Está claro que el futuro de la música marroquí parece ahora indisolublemente ligado a estas voces femeninas. Encarnan la evolución de una sociedad en transición, donde la modernidad se entrelaza con las tradiciones, donde las demandas sociales encuentran resonancia artística. Su creciente éxito sugiere un futuro en el que la paridad y la diversidad estarán en el corazón de la escena musical marroquí.