COAG, la organización representativa del sector agrario español, exigió, el lunes 17 de noviembre, “la suspensión inmediata del acuerdo de libre comercio agrícola entre la Unión Europea (UE) y Marruecos”comentarios recogidos por la agencia EFE. El responsable de frutas y hortalizas de COAG, Andrés Góngora, participó en una conferencia organizada por el Frente Polisario y varios grupos parlamentarios separatistas, a raíz de la sentencia dictada en octubre por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE ), que “canceló” el acuerdo con Marruecos. La decisión judicial -muy controvertida- revoca la modificación sobre la liberalización de productos agrícolas adoptada por el Consejo de la UE, al tiempo que permite el mantenimiento temporal del acuerdo por un período de doce meses.
Conexiones peligrosas
Las declaraciones del COAG ante el Congreso de los Diputados de España revelan una clara convergencia entre esta organización agraria y los intereses del Frente Polisario. Esta coordinación, realizada con el pretexto de defender a los agricultores europeos, tiene como objetivo debilitar las relaciones comerciales entre la Unión Europea (UE) y Marruecos, actor clave en el comercio agrícola mediterráneo. Al participar en una conferencia organizada conjuntamente con los grupos parlamentarios y el Frente Polisario, COAG se inscribe en un enfoque politizado que va mucho más allá de su papel legítimo de representación de los agricultores españoles. El uso de la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre el acuerdo agrícola Marruecos-UE como palanca para legitimar una campaña contra Marruecos refleja un intento de manipulación flagrante de las instituciones europeas al servicio de intereses ideológicos.
La organización agrícola no duda en utilizar una retórica incendiaria, llegando incluso a mencionar cuestiones delicadas como la inmigración o la lucha contra el terrorismo. Al respaldar las demandas de un movimiento separatista, el COAG se expone a la crítica de contribuir indirectamente a la inestabilidad regional y comprometer los esfuerzos de cooperación entre la UE y Marruecos en áreas cruciales como el comercio, la seguridad y la economía.
Acusaciones infundadas
Góngora pidió la aplicación inmediata de la decisión, argumentando que los productores europeos “No se han beneficiado de este período de gracia y sufren cada día la competencia desleal de las importaciones, posible gracias a las condiciones de este acuerdo”que él describe como “dañino”según EFE.
También denunció que “La UE no puede mirar para otro lado y prorrogar un acuerdo por doce meses simplemente para favorecer a determinadas multinacionales mientras los productores locales siguen perdiendo rentabilidad y desaparecen”. En un comunicado, la organización agraria instó al Gobierno español a posicionarse a favor de los agricultores, “los más gravemente afectados” por este acuerdo comercial con Marruecos, y ejercer presión dentro de la UE con vistas a cancelar el “efectos” que genera para las producciones españolas.
Un informe presentado el lunes por COAG afirma que Marruecos “explota tierras fértiles en el territorio del Sahara para crear uno de los mayores centros de producción de tomate del mundo”un proyecto agrícola a gran escala «situado en las proximidades de la ciudad de Dajla.»
Si COAG esgrime argumentos económicos para justificar su petición de anulación inmediata del acuerdo, sus exigencias ignoran deliberadamente los beneficios mutuos que genera este acuerdo, tanto para los productores marroquíes como para los consumidores europeos. Además, la denuncia de un “competencia desleal” se basa en datos parciales y no destaca que Marruecos respeta las normas comerciales europeas y contribuye a la estabilidad de las cadenas de suministro de productos agrícolas, según informes de Bruselas.