El presidente chino, Xi Jinping, optó por mantener la distancia en la cumbre de APEC en Lima, Perú, disminuyendo las oportunidades de reunirse con líderes mundiales, a pesar de un viaje de dos días a Sudamérica. Esta actitud se produce al día siguiente de la inauguración de un megapuerto gestionado por China al norte de la capital peruana.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, dijo que estaba perplejo por la ausencia de Xi en las reuniones de los líderes, donde, según se informó, este último sólo tuvo un breve intercambio informal con el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden.
Esta cumbre se desarrolla en un contexto particular, marcado por la perspectiva del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. Sus amenazas de imponer aranceles del 60% a las importaciones chinas y de hasta el 20% a otros países están atrayendo especial atención. La política de “Estados Unidos primero” de Trump, que podría conducir a una retirada del liderazgo estadounidense en el escenario mundial, crearía un vacío que el presidente chino parece ansioso por llenar.
En un discurso preparado para la cumbre de APEC el día antes de reunirse con Biden, Xi dijo que el mundo estaba “entrando en una nueva era de turbulencia y transformación”, según la agencia de noticias oficial Xinhua, destacando las precauciones contra “la propagación del unilateralismo y el proteccionismo”.
Según CNN, las discusiones de pasillo entre líderes mundiales estuvieron dominadas por la especulación sobre la composición del futuro gabinete de Trump, una fuente de preocupación para muchos participantes.
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