En 2023, Secours Catholique ayudó a más de un millón de personas en situación precaria. Pobreza reforzada por el endurecimiento del acceso a determinadas prestaciones sociales.
La pobreza “empeora” y la solidaridad nacional “desaparece”: ésta es la alarmante observación formulada por Alivio Católicoen un informe anual publicado este jueves 14 de noviembre. En su informe de 2024, más allá de la pobreza multifacética, la asociación advierte del difícil acceso a las prestaciones sociales, acentuado por la desmaterialización de los procedimientos.
Para elaborar esta observación, Secours Catholique se basó en los datos recopilados de sus beneficiarios. En 2023, la asociación brindó asistencia a más de un millón de personas.
Las mujeres, las primeras víctimas de la pobreza
Con y nivel de vida medio de 555 euros al mesel 95% de las personas encuestadas viven por debajo del umbral de pobreza, y el 74%, por debajo del umbral de pobreza extrema. “Nunca nos hemos encontrado con tantos hogares que viven sin recursos”, informa Secours Catholique. La pobreza se concentra especialmente en Île-de-France, donde los extranjeros representan el 80% de los hogares atendidos por la asociación.
Las peticiones expresadas a la asociación por los hogares son, en primer lugar, que yoayuda alimentaria (46%),escuchardelayuda para pagar facturas. Secours Catholique señala que el 46,1% de los hogares están en mora y que el acceso a una vivienda estable es imposible para más de un tercio de las personas.
En 2023, las mujeres serán las primeras víctimas de la pobreza: “representan el 56,7% de las personas encontradas”, señala la asociación, que precisa queUna de cada cuatro mujeres es madre soltera..
Si bien acoge cada año a una proporción cada vez mayor de jóvenes (un tercio de los cuales tiene menos de 15 años), Secour Catholique observa “un envejecimiento de las personas acogidas”.
Protección social: “un escudo cotidiano”
En su informe, la asociación observa que “la solidaridad nacional tal como se expresa a través de beneficios sociales” es “central en la vida de las personas”. Mientras que el 60% de los hogares menciona “accidentes de la vida”, como una separación, una mudanza, una enfermedad o incluso la pérdida del empleo, el uso de estos beneficios sociales representa el 82% de los recursos recibidos en 2023.
Sin embargo, Secours Catholique lamenta que “a medida que pasan los años, esta solidaridad se desvanece y se aleja”. La asociación observa de hecho una disminución en el acceso a los derechoslo que atribuye a un endurecimiento de los criterios de elegibilidad en materia de APL, RSA y prestaciones de desempleo. En los Pirineos Orientales, la tasa de no recurso al RSA alcanza el 37,4% en 2023, es decir, un + 53,8% con respecto a 2020. En cuestión: “la reforma del seguro de desempleo que inclinó a una parte de los desempleados hacia la inactividad, como los jóvenes trabajadores. Cada vez más señalados como únicos responsables de su situación, las personas privadas de empleo “ven cómo su red de protección se desgasta”.
“La solidaridad se gana”
Al endurecimiento de los criterios de acceso a las ayudas se suma el alejamiento y la desmaterialización de los servicios públicos. Desiertos médicos, cierres de escuelas, reducción de personal han contribuido en los últimos años a un alejamiento de los mostradores. “Esta lejanía hace que la posibilidad y el costo de la movilidad sean una cuestión aún más crucial, especialmente en las zonas rurales”.
Entonces, para algunos, sin duda, la posibilidad de hacer las cosas online representa un verdadero ahorro de tiempo. Pero esta desmaterialización también va acompañada de una deshumanización de los servicios públicos. “Con demasiada frecuencia, la solicitud de un servicio se parece a una carrera de obstáculos”, explica la asociación. “Cada una de las etapas puede ser compleja, plagada de obstáculos e incierta según los plazos de las administraciones y los medios de actuación”. La desmaterialización complica aún más el problema, especialmente cuando no sabemos utilizar una computadora o no tenemos una.
Por tanto, en 2023 hay que ganarse la solidaridad. Y a esta verdadera carrera de obstáculos “se añaden los discursos públicos acusatorios hacia los acusadores”, critica la asociación. Estos discursos, basados en una sospecha a priori, tienen repercusiones muy concretas para las personas cuando no son percibidas como “merecedoras” de una indemnización”.