Los cuatro partidos restantes piden a Vooruit que reanude las conversaciones. El entrenador insistió el martes por la tarde en que la única manera de hacer valer su punto de vista es mediante la negociación. ¿Está listo para revisar su calificación? La señora Depraetere lo duda. Señala al MR, otra formación de derecha junto al N-VA. “Georges-Louis Bouchez dice que la puntuación es la misma desde hace cinco meses y que la puntuación no cambiará”, subrayó.
De Wever todavía cree en una formación federal: “La gente tiene miedo de una crisis política prolongada, realmente podemos evitarla”
Los socialistas flamencos son conscientes de que habrá que tomar medidas difíciles para restablecer las finanzas públicas y de que la población no votó por las políticas de izquierda. “Ya hemos dado pasos hacia los otros partidos. Ahora pedimos que en un punto den un paso en nuestra dirección, y es que todos los esfuerzos no recaigan sobre los hombros de las mismas personas”, explicó el ministro.
Hace 150 días, los belgas acudieron a las urnas. Hoy, la formación del gobierno federal se encuentra en un punto muerto. A los ojos de Depraetere, los otros partidos están actuando “irresponsablemente” al dejar que las cosas sigan así. Los demás partidos, sin embargo, no dejan de señalar con el dedo la actitud de Vooruit. Los Engagés y el CD&V, que también tienen serias objeciones a la calificación socioeconómica del entrenador, se han mostrado duros en los últimos días con los socialistas. “No vi que lograron cambiar el contenido de la nota. Georges-Louis Bouchez repite continuamente que esta nota es la nota y que está equilibrada. Cambie sólo algunas comas para que sea menos doloroso, eso no es lo que vamos a hacer”.