Películas, productos derivados o parques de atracciones: la muy conservadora Nintendo ha decidido ya no limitarse exclusivamente a las consolas. “Existe un límite en el número de personas en el mundo al que puede llegar una consola de juegos”, admitió en junio Shigeru Miyamoto, el creador de Mario, en una reunión de accionistas de Nintendo.
La presentación este martes de un nuevo universo dedicado al gorila Donkey Kong en el parque Universal Studios de Osaka (oeste de Japón), que se inaugurará el 11 de diciembre además de las zonas de Nintendo en Estados Unidos, se produce tras la apertura de un museo de historia de la compañía. El mes pasado en Japón.
Nintendo también invadió los cines con “Super Mario Bros.”, en el podio de la taquilla mundial en 2023, cuya secuela se prepara para 2026. También se ha anunciado una película sobre Zelda. “Desde hace diez años, se ha producido realmente un giro de 180 grados” en la estrategia del fabricante, “bastante beneficioso”, opina Florent Gorges, editor y autor de libros sobre la historia de Nintendo.
La DS y la Wii, luego fracasos
Los inicios del giro estratégico se remontan a principios de los años 2000, cuando la firma se cuestionó tras las decepcionantes ventas de dos de sus consolas, la Nintendo 64 y la GameCube.
Las dos consolas siguientes, hechas a medida para interesar a los no jugadores, se encuentran entre los mayores éxitos comerciales de Nintendo: la DS, una máquina portátil de dos pantallas, y la Wii, controlada mediante un mando a distancia, vendieron cada una más de 100 millones de copias. Tras el fracaso comercial de las siguientes consolas, la 3DS y especialmente la Wii U, Satoru Iwata modificó su estrategia: ahora se tratará de dar a conocer en todo el mundo a los personajes de la marca, más allá de sus aventuras en videojuegos.
Nintendo, que hasta entonces no tenía “el conocimiento de los productos físicos”, está empezando a “vender peluches y dulces, permitiendo que sus personajes estén presentes en la vida cotidiana de los consumidores”, subraya Hideki Yasuda, analista de Toyo Securities. . “Vimos que los productos de Nintendo inundaban los supermercados, mientras que antes había que levantarse temprano para encontrar golosinas”, dice Florent Gorges.
Mario contra Pikachu
Al intentar “ubicar” a sus héroes en productos y producciones de gran alcance, Nintendo se ve ahora como una verdadera “agencia de talentos” para sus personajes, destacó Shigeru Miyamoto en varias entrevistas. Comparada a veces con Disney, Nintendo, sin embargo, tiene un modelo distinto del gigante americano, que está aumentando sus adquisiciones de franquicias para desarrollarlas internamente, explica el analista Kensaku Namera de Nomura Securities.
La empresa japonesa, por un lado, sigue siendo sobre todo una empresa de juegos, cuyas ventas de consolas y juegos Switch representan más del 90% de su facturación. Y para otros medios, “se centra en lo que puede hacer él mismo” y colabora con otros actores, como Universal Studios para las atracciones de Mario, y estudios y directores externos para películas.
Nintendo preferiría inspirarse en otra franquicia japonesa de éxito mundial, nacida de un videojuego: “Pokémon”, una licencia de la que gestionó los derechos y que “realmente empujó a Nintendo a explotar aún más sus franquicias”, dijo Kensaku Namera a la AFP. “A muchos niños les encanta Pikachu y compran peluches aunque no jueguen videojuegos”, añade. Entonces, “exponerlos a personajes como Mario o Yoshi quizás sirva como detonante” para atraerlos a las consolas.
(afp)