Era arriesgado, se está volviendo peligroso. el 29mi La conferencia mundial sobre el clima (COP29), organizada del 11 al 22 de noviembre en Bakú (Azerbaiyán), ya tuvo que superar numerosas dificultades: un contexto geopolítico dramático con las guerras en Ucrania, Gaza y Líbano; una situación económica sombría, mientras que los negociadores deben abordar el tema de la ayuda financiera a los países en desarrollo; un país anfitrión, invisible en la escena de la diplomacia climática y que figura entre los principales exportadores de combustibles fósiles, principal causa del calentamiento… Tantos obstáculos a la acción climática, a pesar de las catástrofes que afectan a todas las regiones del mundo, incluso muy recientemente España, donde las inundaciones provocaron Más de 220 muertos, según los últimos informes.
El 6 de noviembre, la COP se topó con un nuevo obstáculo importante: la elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos. El republicano escéptico sobre el clima prometió retirar una vez más al país del acuerdo climático de París, como ya había hecho en 2017 (Estados Unidos lo había restablecido, en 2021, bajo Joe Biden). Planea frenar la transición energética y reactivar masivamente la producción de combustibles fósiles. Suficientes para enterrar definitivamente el objetivo de limitar el calentamiento a + 1,5°C, mientras Estados Unidos es el primer contaminador histórico y el segundo emisor de gases de efecto invernadero.
El multimillonario no será investido hasta enero de 2025, por lo que seguirá siendo la administración Biden la que liderará las negociaciones estadounidenses en Bakú. Pese a todo, la onda expansiva de las elecciones corre el riesgo de frenar la ambición de otros países. “A partir de ahora, Bakú será un éxito si todos permanecen unidos para emprender acciones climáticas y si hay un mensaje de la COP que reitere la adhesión al acuerdo de París”estima Laurence Tubiana, artífice del tratado internacional, sellado en 2015.
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Sin embargo, la movilización multilateral por el clima no está garantizada, mientras que la conferencia de Azerbaiyán, una COP financiera, se considera secundaria, atrapada entre la COP28 de Dubai (Emiratos Árabes Unidos), durante la cual los Estados se comprometieron por primera vez a una transición para alejarse del los combustibles fósiles, y la COP30 de Belem (Brasil), en noviembre de 2025, que será crucial, porque constituirá una prueba de credibilidad para los diez años del acuerdo de París.
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