La Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) es un socio importante de Marruecos en la financiación de proyectos que promueven un crecimiento inclusivo y respetuoso con el medio ambiente. Para el período 2022-2026, la AFD centra sus esfuerzos en la inclusión social, haciendo hincapié en el empoderamiento de los jóvenes y las mujeres, apoyando al mismo tiempo la transición ecológica. Esta asociación dinámica entre Marruecos y Francia se inscribe en una voluntad común de abordar las cuestiones sociales y medioambientales en el Reino.
En el marco de su estrategia 2022-2026, la AFD refuerza su compromiso con el desarrollo sostenible en Marruecos. A través de una serie de iniciativas, la agencia está implementando un ambicioso programa destinado a promover la inclusión socioeconómica mientras apoya al país en su transición ecológica. Esta asociación se inscribe en la continuidad de la relación privilegiada que une a Marruecos y Francia, reforzada por una voluntad común de afrontar los desafíos sociales y medioambientales del siglo XXI.
Una ambición respaldada por una financiación diversificada
Marruecos representa el primer país de intervención del grupo AFD en el mundo, que tiene una exposición de 3.700 millones de euros a finales de 2021, repartidos entre 48 prestatarios.
Entre 2017 y 2021, la AFD ha concedido financiación por un total de 2.400 millones de euros, desplegando una amplia gama de herramientas financieras para apoyar a Roayume. Esta financiación se desglosa, en particular, en préstamos soberanos (1,26 mil millones de euros), préstamos no soberanos (870 millones de euros) y subvenciones (34 millones de euros). El Fondo francés para el Medio Ambiente Mundial (FFEM) también aportó 2 millones de euros, mientras que Proparco, la filial dedicada al sector privado, comprometió 167 millones de euros durante el mismo período.
Esta financiación ha permitido llevar a cabo proyectos concretos con un impacto tangible, como la electrificación de 560 aldeas rurales, permitiendo a más de 22.000 hogares acceder a la electricidad. Asimismo, 150.000 personas pudieron beneficiarse del acceso sostenible al agua potable y se rehabilitaron 280 escuelas en zonas prioritarias. El tranvía de Casablanca, utilizado cada día por 200.000 personas, es también uno de los proyectos emblemáticos financiados por la AFD.
Inclusión social: una palanca para el desarrollo humano
Uno de los pilares de la estrategia de la AFD se basa en la inclusión socioeconómica de jóvenes y mujeres. Consciente de que estos grupos desempeñan un papel crucial en el futuro de Marruecos, la AFD invierte en centros sanitarios, educación y formación profesional. Más de 10.000 personas han sido formadas en centros financiados por el organismo, reforzando sus capacidades y facilitando su integración en empleos de calidad.
El desarrollo humano está en el centro de este enfoque, con esfuerzos para ampliar la protección social y promover la igualdad de oportunidades. Al apoyar iniciativas de políticas públicas a favor de la igualdad de género, la AFD contribuye a reducir las desigualdades y empoderar a las mujeres. El deporte y las industrias creativas también son vectores de inclusión social, que permiten a los jóvenes participar más en la vida cívica.
Transición ecológica: hacia una economía libre de carbono
El segundo gran eje de la estrategia de la AFD en Marruecos se refiere a la transición ecológica, en particular a través de la descarbonización de la economía. La agencia se compromete a trabajar junto a Marruecos para reducir las emisiones de CO2 en más de 500.000 toneladas al año mediante el desarrollo de energías renovables, como la energía solar, y la mejora de la eficiencia energética en edificios y viviendas. Estas acciones también pretenden hacer más sostenible la movilidad, con proyectos como el fomento del transporte multimodal bajo en carbono.
En el ámbito de la gestión sostenible de los recursos, la AFD apoya iniciativas innovadoras como el surgimiento de sectores de economía circular, incluido el reciclaje de vehículos al final de su vida útil. Otros proyectos se refieren a la gestión del agua, la prevención de inundaciones y la reforestación, que ayudan a fortalecer la resiliencia ecológica y social de los territorios.
Una asociación estratégica y más allá de la financiación
La asociación entre Marruecos y la AFD no se limita a los aspectos financieros. Desde 2018, se ha establecido un diálogo estratégico con el Ministerio de Finanzas de Marruecos, centrado en particular en la transición energética a largo plazo, el estrés hídrico y las políticas públicas destinadas a mitigar las desigualdades de género. Este diálogo se ve alimentado por estudios encargados por la AFD, que proporcionan datos esenciales para orientar las estrategias de desarrollo.
Esta asociación se extiende también a instituciones públicas y actores privados, como la Caisse de Dépôt et de Gestion (CDG), OCP, ONCF y el grupo Al Omrane. La colaboración entre estas entidades permite implementar soluciones innovadoras, ya sea en Marruecos o a escala regional, particularmente en África, con una apertura hacia proyectos en tecnología digital, industrias creativas y deporte.