Al regresar a su hotel después de un partido de fútbol, los aficionados israelíes se enfrentaron a un violento ataque de grupos pro palestinos. En ausencia de la policía, los seguidores se refugiaron para escapar de los ataques.
Las calles de Ámsterdam fueron escenario de intensa violencia durante la noche del jueves al viernes, cuando los seguidores israelíes del Maccabi Tel Aviv fueron atacados después de su partido contra el Ajax.
“Cuando regresamos al hotel, había varios grupos propalestinos que empezaron a gritar ‘¡Liberen Palestina!’‘”, testifica todavía conmocionado uno de los partidarios israelíes.
Lo que se suponía sería una noche de celebración rápidamente se convirtió en una noche de terror para este grupo de fans. Sorprendidos por la presencia de manifestantes hostiles a su regreso del estadio, se encontraron rodeados de activistas, visiblemente bien organizados y dispuestos a luchar.
Ausencia de fuerza policial
“Los seguidores de nuestro equipo, amigos, fueron afectados. Así que huimos a un lugar seguro en el hotel.“, continúa.
El testigo relata su consternación ante la ausencia total de fuerzas del orden en las calles, mientras la tensión aumentaba: “No había policías en las calles. Nadie para ayudarnos“, declara.
Mientras tanto, los grupos pro palestinos “parecía perfectamente organizado y nos estaba esperando desde el final del partido”, él dice.
Repatriación de emergencia para proteger a los aficionados
En respuesta a esta ola de violencia, el gobierno israelí decidió hacerse cargo de la repatriación de sus nacionales. Desde esta mañana, los aviones se han movilizado para garantizar el regreso de los seguidores, algunos ya han abandonado Ámsterdam, mientras que se espera que otros lo hagan en las próximas horas.
En total, cerca de 3.000 simpatizantes esperan ser repatriados tras sufrir ataques en diferentes lugares de Europa.
En los países donde esperan su traslado, miembros de las comunidades judías locales han tomado medidas para garantizar su seguridad. En los Países Bajos, en particular, más de 200 partidarios israelíes se reunieron en una zona segura, protegida por fuerzas locales y monitoreada por helicópteros para evitar un mayor desbordamiento.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, también ha tomado la decisión de enviar varios aviones de refuerzo para acelerar la repatriación de las víctimas, una medida de emergencia ante estos repetidos ataques.
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