Un nuevo estudio dice que los contaminantes orgánicos persistentes en las aguas frente a la costa este de Canadá son “peligrosamente altos” para las orcas y las ponen en riesgo de sufrir graves problemas reproductivos y del sistema inmunológico.
El estudio realizado por científicos de la Universidad McGillque examinó los niveles de bifenilos policlorados, o PCB, y pesticidas en muestras de piel tomadas de seis especies de ballenas y delfines, encontró que los niveles de toxinas en las orcas son el doble del umbral que los científicos causan fallas reproductivas.
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La orca “Old Thom” en la Bahía de Fundy en 2022.
Foto : Radio-Canada / Facebook : Cruceros para ballenas y aves marinas en Brier Island
Las muestras tomadas en el sur de Terranova y Labrador entre 2015 y 2022 mostraron que las ballenas jorobadas, minke y de aleta y los delfines tenían niveles más bajos de contaminantes persistentes que las orcas.
Las toxinas se fijan en la grasa.
La investigadora principal, Anaïs Remili, dice que las toxinas se adhieren a las grasas, como la grasa de las ballenas y los delfines.
Estas moléculas […] adherirse a la grasa y a los organismos acuáticos que la contienen en gran cantidad
dijo en una entrevista el jueves, y agregó que las sustancias químicas pasan de un animal a otro a medida que avanzan por la cadena alimentaria.
Las orcas son particularmente vulnerables a los altos niveles de toxinas porque son depredadores en la cima de la cadena alimentaria.
El aumento de toxinas es sólo una de las muchas amenazas ambientales que enfrentan las orcas, incluidos enredos en redes, choques con barcos y dificultades para encontrar alimento debido a los cambios en la temperatura del océano.
Anaïs Remili dijo que era difícil establecer una jerarquía de diferentes amenazas para la orca en particular, y agregó que muchas otras especies de ballenas enfrentan desafíos similares.
Niveles que disminuyen con el tiempo
Aunque no hay datos disponibles sobre los niveles de toxinas en las orcas, ella dice que todavía hay esperanzas de que los contaminantes en la especie puedan disminuir con el tiempo. Su estudio cita datos que monitorean los niveles de toxinas en belugas durante varias décadas, lo que indica una tendencia a la baja en la concentración de toxinas.
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La distribución de las orcas en las aguas canadienses del Atlántico noroeste y el Ártico canadiense oriental.
Foto: Pesca y Océanos de Canadá/Comité sobre el estado de la vida silvestre en peligro de extinción en Canadá
Este estudio, explicó, le da cierto optimismo sobre el futuro de las orcas.
En el estudio planteamos la hipótesis de que debido a que [les niveaux de toxines] han disminuido en todas estas especies de cetáceos, probablemente hayan disminuido [chez les orques]pero existe la esperanza de que estos contaminantes disminuyan con esfuerzos adicionales
añadió el investigador.
Aunque su uso está prohibido desde hace mucho tiempo en Canadá, estas sustancias químicas persisten en el medio ambiente y los tejidos vivos, así como en los ecosistemas acuáticos donde las especies marinas carnívoras tienen más probabilidades de estar expuestas.
Anaïs Remili destacó la importancia de contar con normas estrictas para evitar que entren más toxinas al agua.