“Ante la gravedad de la situación, Nissan está tomando medidas urgentes para mejorar su desempeño y crear una empresa más reactiva y resiliente, capaz de adaptarse rápidamente a la evolución del mercado”, dijo el grupo en un comunicado de prensa.
Nissan sufrió una pérdida neta inesperada de 9.300 millones de yenes (56 millones de euros) en el segundo trimestre (julio-septiembre) de su ejercicio escalonado, contrariamente al beneficio neto de 49.000 millones de yenes esperado por el mercado según el consenso establecido por Bloomberg. .
Su facturación trimestral cayó hasta los 2.986 millones de yenes (18.000 millones de euros), un 5% menos que el año anterior, muy por debajo de las expectativas, mientras que el beneficio operativo es la mitad de lo que esperaban los analistas.
Como todos sus rivales japoneses y occidentales, Nissan sufre la desaceleración de las ventas mundiales de automóviles nuevos y una situación económica sombría.
“Esfuerzos de recuperación”
Por ello, el fabricante con sede en Yokohama ha rebajado significativamente sus previsiones para todo el ejercicio 2024-2025 que finalizará a finales del próximo mes de marzo.
El grupo prevé ahora una facturación anual de 12.700 mil millones de yenes, frente a los 14.000 mil millones de yenes previstos anteriormente, una cantidad casi sin cambios en comparación con 2023-2024. Espera un beneficio operativo de 150 mil millones de yenes, tres veces menos de lo que había previsto anteriormente.
Ya no se prevé ninguna previsión anual sobre el beneficio neto: “se determinará en función de la evaluación de los costes generados por los esfuerzos de recuperación”, advirtió el director ejecutivo del grupo, Makoto Uchida, durante una conferencia.
Nissan quiere “reducir sus costes fijos en 300.000 millones de yenes (1.800 millones de euros, nota del editor) en comparación con el ejercicio 2024-2025 y sus costes variables en 100.000 millones de yenes”, afirmó el grupo.
“Para lograrlo, Nissan reducirá su capacidad de producción global en un 20% y su fuerza laboral global en 9.000 puestos de trabajo, al tiempo que implementará diversas medidas para reducir” sus costos y “priorizar las inversiones en investigación”, detalló.
La empresa, deseosa de “racionalizar sus activos”, reducirá también su participación en su compatriota Mitsubishi Motors hasta el 24%, frente al 34% actual.
Reveses en Estados Unidos
Las ventas de Nissan sufrieron especialmente en Estados Unidos, un mercado crucial donde vendió sólo 212.000 unidades entre julio y septiembre, un descenso interanual del 2,3%. Según Makoto Uchida, el fabricante quiere “reconstruir su marca” allí.
Pero el director ejecutivo se muestra cauteloso ante el drástico aumento de los derechos de aduana estadounidenses prometido por Donald Trump, reelegido en la Casa Blanca.
“Exportamos un número importante de vehículos de México a Estados Unidos, este año debería ser alrededor de 300,000 (unidades)”, dijo Makoto Uchida.
“Escuchamos cosas sobre los aranceles aduaneros, pero no somos los únicos preocupados (…) Haremos lobby y mantendremos la dirección de nuestros planes a medio y largo plazo”, mientras “seguimos la situación con mucha atención”, admitió.
Otro mercado clave en dificultades: China, donde las ventas trimestrales de Nissan se desplomaron un 13%, hasta 172.000 unidades. El grupo, al igual que sus rivales occidentales, está sujeto a una feroz competencia de los fabricantes chinos, líderes en el floreciente mercado de los coches eléctricos.
En Europa, las ventas trimestrales de Nissan cayeron un 5,9%, hasta 80.000 vehículos vendidos.
Para ponerse al día, el grupo pretende lanzar nuevos coches eléctricos en China, así como modelos híbridos y eléctricos enchufables en Estados Unidos, al tiempo que reduce el tiempo de desarrollo de los nuevos modelos a 30 meses.
Quiere “profundizar la colaboración” con sus socios: Mitsubishi se unió en agosto a la “asociación estratégica” firmada por Honda y Nissan para colaborar en el sector eléctrico.