Cada 6 de noviembre Marruecos vibra con himnos y colores nacionales para celebrar la marcha verde. Un acontecimiento que marcó la historia del reino y que reforzó la unidad nacional en torno a la causa del Sáhara marroquí. Lanzada en 1975 bajo el liderazgo del difunto Hassan II, esta marcha histórica hace latir los corazones de los marroquíes hasta el día de hoy.
Más de 350.000 marroquíes y marroquíes respondieron al llamamiento y avanzaron pacíficamente hacia el Sáhara marroquí, armados únicamente con la bandera nacional y el Corán, simbolizando así una demanda legítima y pacífica para la recuperación de este territorio. Incluso hoy, esta simbolización sigue marcada en los corazones y las mentes de las generaciones más jóvenes. Otro apoyo al plan marroquí de autonomía del Sáhara. El plan de autonomía para el Sáhara marroquí encuentra un apoyo adicional en la Resolución 2756 de la ONU, que prorroga el mandato de la MINURSO hasta el 31 de octubre de 2025, votada por unanimidad, con excepción de dos abstenciones.
¿Un importante punto de inflexión en la causa nacional? El politólogo Mohamed Elghet Malainine, contactado por Hespress FR, confirma que “Hoy celebramos el 49.º aniversario de la Marcha Verde, un acontecimiento histórico que marcó la historia de Marruecos y sigue resonando como un fuerte símbolo de unidad nacional, patriotismo y determinación pacífica. Este aniversario es mucho más que una simple conmemoración; encarna la perseverancia de Marruecos por la recuperación de su territorio y por el establecimiento de una paz duradera y realista en la región”.
Este aniversario adquiere este año un significado particular, continuó, porque pone de relieve también la posición geopolítica fortalecida de Marruecos, que, con el apoyo de la comunidad internacional, sigue promoviendo la propuesta de autonomía para sus provincias del sur como una solución realista y duradera. al conflicto. La comunidad internacional, a través del Consejo de Seguridad, ha consolidado su apoyo a esta propuesta marroquí, rechazando cualquier opción que pueda conducir a la creación de un nuevo Estado, solución considerada poco realista y poco práctica. Desde la adopción de la resolución 24-48 en 2018, el Consejo de Seguridad se ha mantenido coherente en su posición, descartando cualquier idea de dividir el territorio.
Al mismo tiempo, añade nuestro ponente: “ Hoy es importante recordar que los intentos de desestabilización y las medidas para prolongar indefinidamente este conflicto ya no encuentran un apoyo significativo a nivel internacional. Marruecos, que se ha convertido en una potencia regional respetada, ofrece soluciones concretas y viables para un futuro pacífico en la región. El equilibrio de poder geoestratégico también atestigua este impulso favorable a Marruecos.”.
Para Argelia, esta situación representa un revés histórico, anuncia con un toque de humor el politólogo, un desafío a sus repetidas maniobras. El último episodio puso de relieve una medida sin precedentes de su parte, cuando su representante decidió abandonar la sala del Consejo de Seguridad en lugar de participar en la votación. Esta acción, que equivale a una negativa a participar en las decisiones de la más alta institución internacional, es nada menos que un vano intento de perturbar un proceso que ya está en marcha y que cuenta con el apoyo de una mayoría de naciones.
Mohamed Elghet Malainine también señala que “Este gesto surrealista revela también la vergüenza y la falta de visión estratégica de la diplomacia argelina. Al intentar resucitar propuestas abandonadas, como la de la división del Sahara, Argelia demuestra que está desconectada de las realidades actuales y de las aspiraciones de la comunidad internacional.”.
En esta jornada conmemorativa, indica con orgullo nuestro interlocutor, Marruecos reafirma su compromiso inquebrantable con la paz y el desarrollo de las provincias del Sur. “La Marcha Verde no fue sólo un acto histórico de recuperación de nuestro territorio; Sigue siendo un símbolo de la fuerza de nuestra nación y de su futuro ambicioso y decidido.”, concluye.