En el marco de la semana de concientización sobre la infertilidad, dos mujeres aceptaron dar su testimonio sobre su recorrido de vida tratando de ser madres.
Para las mujeres, encontrar su lugar en la sociedad no siempre es fácil. Durante milenios, el papel de madre les fue asignado, impuesto, como algo natural. Sin embargo, esta evidencia consagrada no siempre es así. Para algunos por elección, para otros, por destino.
Y precisamente para estas últimas, a las que este deseo visceral de tener un hijo no les funciona, la esperanza llega la mayor parte de las veces a través de la PMA, la famosa procreación médica asistida que puede dar un impulso, pero que también puede resultar infructuosa.
Para comprender este camino asistencial plagado de obstáculos, Véronique y Marie se embarcaron en este proceso “traumático” salpicado de preguntas existenciales y múltiples.
Una lucha que no necesariamente se ve coronada por el éxito, para uno fue así y para el otro no.
Cambiador de imagen
Véronique Siharath no ha dado a luz y nunca lo hará. Diez años después del final de su trayectoria en la PMA, la mujer de 54 años dio un paso atrás y decidió trabajar para cambiar la imagen de la infertilidad en nuestra sociedad.
“Una especie de activismo”dice, riendo. “Un tema que todavía es tabú, transmitido por una imagen que me resulta dolorosa. Una mujer que no puede tener hijos no es una mujer celosa, envidiosa, que perderá los estribos, como se constata sistemáticamente en las películas que me gustaría romper. “El mito, pero también advierte que la fertilidad no necesariamente se da a todos”.
Y para participar: “El no éxito de una PMA es parte de una realidad, no poder tener hijos también y el deseo de tener hijos es legítimo”insiste.
Un diagnóstico como un cuchillo
Véronique conoció “tarde” a su marido, a los 37 años. La pareja quería tener un hijo, pero… Tomaron medidas para explicar la causa. Hasta el anuncio médico que aborda el tema de la infertilidad. “Es un poco como que te hablen de una enfermedad mortal”. Lejos de serlo, es al mismo tiempo un freno a la vida, “lo que crea una crisis existencial”.
Para Marie la historia es muy diferente: la PMA funcionó y hace unos meses dio a luz al pequeño Théo. Pero antes de este final feliz, ella soportó las etapas.
Cuando se casó con Fabrice, ella tenía 27 años y él ya tenía dos hijos. “Aprendí a ser madrastra antes de ser madre”.
La pareja lo intenta, pero allí también se atasca. Cae el terrible diagnóstico de endometriosis. Palabras con: “Definitivamente nunca tendrás hijos”.prefiere advertirle el médico. Pero la frase resonará en su cabeza hasta el final, incluso hoy…
Una lucha contra el tiempo
Para posponer el destino, las dos mujeres se embarcan en una carrera contra el tiempo. La vida cotidiana se transforma y todo gira en torno a esta búsqueda: estimulación hormonal y su cuota de efectos secundarios, inyecciones, citas médicas, informes… “Incluso a reuniones de trabajo, a viajar para no perder un mes. Poco a poco estamos en una burbuja en la que todo queda suspendido de esta agenda procreadora”, explica Verónica.
Los remedios de la abuela, la medicina alternativa, la dieta, el ciclo de la Luna… el más mínimo detalle se entiende para triunfar. “Incluso me volví supersticioso al respecto”.
Al mismo tiempo, los anuncios de embarazo se multiplican entre quienes nos rodean. “No soy celoso por naturaleza, pero al mismo tiempo tuvo ese efecto de espejo que refleja el fracaso”. -confía María. “Hay una sonrisa en la superficie, pero cuando llegamos a casa lloramos”, admite Verónica.
El momento glamoroso de la FIV
Como les gusta contar a Marie y Fabrice con un toque de humor, la FIV (fecundación in vitro) y el momento de la transferencia de embriones no son momentos glamurosos. Pero “hacer un bebé así es aún más meritorio”proclama Fabrice.
Antes de que Marie detalla: “Estamos en una habitación con pantallas y una pequeña ventana, yo con la vejiga medio llena y las piernas en el aire. En la primera pantalla, se filma el embrión en el laboratorio contiguo a la habitación. Son sólo unas pocas células, pero para “Para nosotros ya es nuestro bebé. Es entonces cuando se abre la ventana, el embrión pasa de una mano a otra antes de ser transferido a mi útero. En la otra pantalla vemos esta implementación, parece una burbuja cuando termina”.
Del fracaso a la desilusión
La primera transferencia será un fracaso. “Gran pregunta, ¿la vida no me ha reservado simplemente el papel de suegra? ¿Por qué no siempre me toca a mí?”surgen preguntas. El segundo intento, unas semanas más tarde, será bueno.
Véronique no experimentará el mismo resultado. Pasará cinco largos años intentándolo. “Al principio nos decimos que es por unos meses”. Pero los pocos meses se convierten en años, es difícil. “Se está volviendo cada vez más imperativo”.
Durante años, esta mujer oscilará entre la esperanza y la desesperación, la culpa y otros sentimientos. “Es complicado explicar lo que sentimos”. Sin embargo, quedó embarazada dos veces, pero no tuvo éxito.
La última FIV realizada en España cuando tenía 44 años marcó el final de la lucha. “Había que tomar una decisión: nunca tendré hijos”. Tenemos que resolverlo. “Hay un extraño alivio con la constante parada emocional del yo-yo, pero también me ha arrojado a un agujero”.
Comienza entonces un curioso duelo, el de los niños que sólo existieron por su deseo,“que no estaban encarnados”. Su marido le hace una promesa: “Vamos a ser felices y no será una decepción” le dice. “Cambiamos de vida, dejamos nuestros respectivos trabajos”. De toda su experiencia nació un libro, “La sala de espera” con este epílogo: “Se casaron, no tuvieron hijos y aun así vivieron felices”.
Visita un laboratorio donde se diseñan embriones para la Semana de Concientización sobre la Infertilidad
Una semana para brindar información sobre todos los temas relacionados con la infertilidad. Para esta décima edición, el colectivo Bamp, asociación de pacientes afectados por este problema, desea concienciar sobre este tema y prestar ayuda a las personas que se enfrentan a él. Endometriosis, PMA, fertilidad e infertilidad.
Con reuniones organizadas en toda Francia, incluidas dos para recordar en Montpellier, gracias a Sabrina Barbat-Bourdoncle, directora regional del colectivo, siempre muy comprometida con la causa y con ganas de hacerlo. “cambiar la mentalidad sobre este tema que sigue siendo tabú”.
Este viernes 8 de noviembre Debate cinematográfico en la CGR de Lattes a las 20 h, con la retransmisión del cortometraje “Précieuse” en presencia de Guillaume Bourg, el director. Entrada 5 euros con inscripción obligatoria a través de Helloasso.
Este sábado 9 de noviembre El centro AMP de procreación médicamente asistida de la clínica Saint-Roch de Montpellier abre sus puertas de 10 a 17 horas.
En el programa de este día, una conferencia de ginecólogos sobre el tema de la endometriosis, pero sobre todo una visita guiada al laboratorio para descubrir entre bastidores dónde se diseñan los embriones por fecundación in vitro, debates con especialistas, ginecólogos, biólogos, por no decir mencionar el pequeño desvío hacia el centro de bienestar.
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