El primer ministro indio, Narendra Modi, criticó este lunes la violencia atribuida a separatistas sij cerca de un templo hindú en Canadá y condenó un “ataque deliberado” contra el lugar de culto, en medio de una crisis diplomática entre ambos países.
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“Condeno enérgicamente el ataque deliberado a un templo hindú en Canadá”, afirmó Modi en una declaración en la red social X. “Los intentos cobardes de intimidar a nuestros diplomáticos son igualmente atroces”, añadió.
Canadá alberga la comunidad sij más grande fuera de la India y cuenta con un gran número de activistas a favor de un estado sij independiente llamado Khalistan.
La policía de la región de Peel intervino el domingo en Brampton, cerca de Toronto, para dispersar una manifestación violenta en torno a un lugar de culto hindú, sin asignar responsabilidades por los disturbios.
Imágenes publicadas en las redes sociales mostraron enfrentamientos entre personas que portaban la bandera amarilla de Khalistan, el estado que reclaman los separatistas sij, y un grupo que enarbolaba una bandera india.
El domingo, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, deploró esta violencia “inaceptable”.
“Todo canadiense tiene derecho a practicar su fe de forma libre y segura. Gracias a la Policía de Peel por reaccionar rápidamente para proteger a la comunidad e investigar”, dijo en X (ex-Twitter).
El incidente se produce en el contexto de una grave crisis diplomática entre Nueva Delhi y Ottawa desde que la policía canadiense implicó a la India en el asesinato en 2023 en Vancouver de un líder separatista sij.
Campaña de intimidación
Un ministro canadiense llegó incluso a acusar al ministro del Interior indio, Amit Shah, cercano al primer ministro Narendra Modi, de haber ordenado una campaña de violencia contra los separatistas sij en suelo canadiense.
Y hace dos semanas, el primer ministro Justin Trudeau y la policía federal afirmaron que había “indicios claros” de la participación de la India en este asesinato, así como en una vasta campaña de intimidación y violencia contra los militantes de Khalistan en suelo canadiense.
Una agencia de espionaje canadiense ha afirmado que Nueva Delhi está utilizando la cibertecnología para rastrear a separatistas en el extranjero.
India ha calificado estas acusaciones de “absurdas” y, por su parte, considera que Ottawa acoge desde hace décadas a extremistas religiosos.
“Estos actos de violencia nunca socavarán la determinación de la India. Esperamos que el gobierno canadiense garantice la justicia y el respeto del Estado de derecho”, insistió Narendra Modi.
Después de nuevas acusaciones canadienses el mes pasado, Nueva Delhi expulsó al embajador y a varios diplomáticos canadienses en represalia, seguida inmediatamente por Ottawa.
