Exasperados por la intransigencia de la patronal, los aproximadamente 5.000 empleados de la Société des alcools du Québec (SAQ) lanzaron una vez más una huelga el lunes para denunciar el estancamiento de las negociaciones.
El sindicato prevé una conferencia de prensa a las 10 horas frente a la sucursal del mercado Jean-Talon con Lisa Courtemanche, presidenta del sindicato de empleados de tiendas y oficinas SAQ, y la presidenta del CSN, Caroline Senneville.
Además de mejorar las condiciones laborales de los empleados a tiempo parcial, el sindicato pide que se proteja el número de puestos fijos, mientras que apenas el 30% de los empleados pueden contar con dichas condiciones.
“Desde principios de octubre, la patronal nos dice esencialmente lo mismo: retire todas sus solicitudes, acepte todos nuestros reveses y tal vez, algún día, discutamos sus prioridades. Esta posición es inaceptable”, denunció Courtemanche.
En respuesta a la oferta del empresario del 16,5% durante seis años, el sindicato presentó una contrapropuesta salarial del 20% durante cinco años y deseaba obtener un acceso rápido al plan de seguro de los empleados en lugar de esperar siete años, como ocurre actualmente. .
“No hay ninguna empresa en Quebec que opere con casi el 70% de sus empleados en condiciones tan precarias”, afirmó Caroline Senneville, quien de paso denuncia al ministro de Finanzas, Eric Girard, sobre la precariedad de los empleados de la SAQ.
El lunes por la mañana, la SAQ no precisó si las sucursales estarán abiertas como lo hizo durante la última huelga de empleados el 18 de octubre, prestando servicio por parte de los gerentes en unas sesenta sucursales.