En Suiza, la ley prevé una pena máxima de diez años de prisión para los delincuentes sexuales. Pero incluso en casos de violencia extrema esta sanción no se aplica, señala el periódico SonntagsZeitung. “En la mayoría de los casos, las penas oscilan entre dos y cuatro años”, confirma Patrizia Krug, fiscal del cantón de Basilea-Campiña.
Las estadísticas le dan la razón. En 2023, 75 hombres fueron condenados por violación en Suiza. De ellos, 41 recibieron penas de prisión y los demás recibieron penas suspendidas o suspendidas parcialmente, con una duración media de cuatro años y medio. Probablemente estas sentencias no se cumplirán íntegramente, porque según el derecho penal suizo, un delincuente puede ser puesto en libertad condicional después de cumplir dos tercios de su condena, si demuestra buena conducta.
Según Daniel Jositsch, profesor de Derecho Penal de la Universidad de Zúrich y asesor estatal (PS/ZH), las autoridades aplican esta norma como norma. Esto significa que la mayoría de los violadores condenados en 2023 serán liberados después de tres años. A modo de comparación, ser detenido con 3 kilogramos de cocaína equivale a una pena de cinco años de prisión, y con 11 kilogramos, a ocho años de prisión. En otras palabras, los traficantes de cocaína reciben castigos más severos que los violadores.
Para las feministas, esta injusticia se debe hasta ahora al hecho de que los tribunales estaban dirigidos por hombres, que consideraban a la mujer víctima de violación como parcialmente responsable. Comentarios como “no debería haber llegado sola a casa a las 3 de la madrugada ni llevar minifalda” no son infrecuentes.
Si la justicia fue durante mucho tiempo un bastión esencialmente masculino, hoy ya no lo es. Las autoridades de persecución penal se han vuelto muy femeninas, como reveló una investigación del diario Tamedia. Incluso hay tantas mujeres que algunos ministerios públicos tienen dificultades para cubrir puestos con hombres.
Sin embargo, esto no ha cambiado significativamente el tratamiento de las mujeres víctimas de delitos sexuales. ¿La razón? Para Daniel Jositsch, “las mujeres son generalmente más comprensivas con los delincuentes”. De hecho, muchos expertos en derecho penal dudarían de la eficacia de las penas de prisión y preferirían centrarse en la prevención.