El rey Felipe VI y el primer ministro Pedro Sánchez viajan el domingo al sureste de España, donde se esperan nuevas lluvias intensas. Las inundaciones increíblemente violentas dejaron al menos 213 muertos.
Este contenido fue publicado en
03 de noviembre de 2024 – 10:42 am
(Keystone-ATS) Cinco días después de este mal tiempo, que según el gobierno provocó la peor catástrofe natural de la historia del país, continúan las búsquedas para encontrar a los desaparecidos, limpiar las carreteras y restaurar las infraestructuras destruidas por los torrentes de barro.
“Nos enfrentamos al reto de nuestras vidas, pero encontraremos las soluciones”, aseguró el sábado el presidente conservador de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, criticado por haber enviado tarde un mensaje telefónico de alerta a los vecinos el martes por la noche, mientras los servicios meteorológicos habían colocado la región en “alerta roja” por la mañana.
Mazón estará presente el domingo junto a Pedro Sánchez, el rey Felipe VI y la reina Letizia, que se desplazarán a “zonas afectadas” por las inundaciones, según la oficina del presidente del Gobierno. El programa exacto de su visita aún no se ha hecho público.
Esta visita se produce al tiempo que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha emitido una nueva alerta naranja por fuertes lluvias en la Comunidad Valenciana, en particular en el área metropolitana de Valencia y en la provincia de Castellón, donde ocasionalmente podrían caer 100 litros de agua al día. metro cuadrado (es decir, 10 cm).
“Estamos buscando respuestas”
Según el último informe publicado el sábado por la noche por las autoridades, 213 personas murieron a causa de las inundaciones. La gran mayoría de ellos (210) murieron en la región de Valencia, habiéndose registrado otras dos víctimas en Castilla-la-Mancha y una tercera en Andalucía.
Las autoridades esperan que el número de víctimas aumente a medida que se examinan metódicamente los restos de automóviles acumulados en túneles y estacionamientos subterráneos en las zonas más afectadas. Por el momento se desconoce el número exacto de personas desaparecidas.
Sobre el terreno, la población sigue afrontando una situación complicada debido a los daños causados por el mal tiempo a las infraestructuras de transporte y telecomunicaciones. En muchas comunidades, quedan en las carreteras montones de automóviles cubiertos de lodo y escombros.
“Llevamos tres días limpiando. Todo está cubierto de barro”, dijo a la AFP Helena Danna Daniella, propietaria de un bar-restaurante en Chiva, una localidad de 17.000 habitantes al oeste de Valencia, una de las más afectadas por las inundaciones.
“Parece el fin del mundo”, añade esta treintañera, que dice estar todavía en shock cinco días después del mal tiempo. Las personas atrapadas en las furiosas olas “pidieron ayuda y no pudimos hacer nada (…). Te vuelve loco. Buscamos respuestas y no las encontramos”.
Nuevos arrestos
Ante esta situación caótica, Sánchez anunció el sábado el envío de 5.000 soldados adicionales a la región, elevando su dotación total a 7.500, “el mayor despliegue de fuerzas armadas jamás realizado en España en tiempos de paz”, según él.
A estos militares se sumarán 5.000 policías y guardias civiles encargados de apoyar a sus 5.000 compañeros que ya se encuentran sobre el terreno. También se espera en el puerto de Valencia un buque anfibio de la Armada Española con quirófanos incluidos.
Según la policía, el sábado por la noche se produjeron también una veintena de nuevas detenciones por actos de robo y saqueo. Delitos denunciados por las autoridades, que prometieron restablecer el orden.
“Hay personas que pueden haberse sentido solas, indefensas, desprotegidas”, admitió Mazón el sábado por la noche. Pero “quiero mandar un mensaje claro, vamos a ayudar a todos los hogares”, añadió, destacando el “espíritu solidario” de los vecinos.
El viernes y el sábado, miles de ellos se dirigieron a pie a las comunidades más afectadas con palas y escobas para ayudar a los afectados. Estos movimientos han obstaculizado en algunos lugares los servicios de emergencia al bloquear las carreteras.
Esta situación ha llevado a las autoridades a limitar el acceso a determinadas localidades. El Gobierno valenciano limitó así a 2.000 el número de voluntarios autorizados a desplazarse a las afueras del sur de la ciudad el domingo y restringió el acceso a 12 localidades.