La nueva versión de la “supernota” de De Wever todavía no ha convencido a Rousseau.
La última versión de la nota socioeconómica y de los cuadros presupuestarios del formador Bart De Wever sigue siendo, a ojos de Vooruit, insuficiente para avanzar en las negociaciones federales. A los ojos de los socialistas, los grandes activos no se utilizan lo suficiente para consolidar el presupuesto. La formación hoy parece estar en un punto muerto.
El formador y presidente del N-VA volvió a reunir el jueves a los presidentes de MR, Engagés, Vooruit y CD&V, una semana después de una reunión similar durante la cual el líder de los socialistas flamencos, Conner Rousseau, había rechazado la primera versión de la nota socioeconómica del formador, considerándola desequilibrada. Y no se trata de negociar sobre los temas ya aclarados en el grupo de trabajo (energía, movilidad, defensa, inmigración, etc.) mientras no se hayan reequilibrado las propuestas socioeconómicas y presupuestarias.
Un texto considerado demasiado desigual
El entrenador reformuló su “súper nota” y la presentó a las distintas partes durante entrevistas bilaterales. Nueva reunión este jueves, en vano: varios presidentes todavía consideran que el texto es demasiado desigual. Se inclina demasiado hacia la derecha y contiene una serie de propuestas que ni siquiera la coalición sueca, que no incluía ningún partido de izquierda, había aceptado.
Pero mientras algunos se mostraron dispuestos a continuar e intensificar las negociaciones, la respuesta fue negativa en Vooruit. Los socialistas exigen que se asignen grandes activos por valor de 20 mil millones de euros, mientras que actualmente sería la atención sanitaria la que se vería presionada a ahorrar. Se lamentó que el impuesto sobre las ganancias de capital incluido en la nota, y objeto de una disputa en agosto entre Vooruit y el MR, serviría principalmente para lograr una reducción fiscal adicional.
Otra fuente proporcionó otra versión de los hechos: la mayor parte del ejercicio provendría de reformas del mercado laboral y de las pensiones. El recorte de impuestos sólo tendría un alcance limitado y tampoco estaría en el centro del debate. Además, surgiría un consenso para imponer una contribución a los grandes sitios patrimoniales, una petición que Vooruit estaría lejos de ser la única en hacer. “Cuatro de los cinco partidos son constructivos”se afirmó.
No es sólo el Vooruit el que se queda con esta nota.
Otros partidos además de Vooruit están teniendo grandes dificultades con esta “súper puntuación”. Entre los Engagés y el CD&V también prevaleció el descontento, pero los centristas quieren continuar e incluso intensificar las negociaciones para cambiar las líneas. “Las propuestas no van a cambiar por arte de magia”enfatizamos. “Hay que ponerse en modo negociación, seguir negociando durante algunas semanas. En agosto pudimos llegar lejos por este camino”.se señaló.
Luego, las negociaciones fracasaron en torno a una disputa sobre la fiscalidad de las plusvalías entre MR y Vooruit. Este fracaso llevó a De Wever a ponerse el delantal por primera vez antes de ser resucitado tras una mediación dirigida por el presidente de Les Engagés, Maxime Prévot.
El entrenador Bart De Wever ahora analiza qué sucederá a continuación y qué iniciativas aún podría tomar. Pero el jueves al mediodía habría sugerido que no propondría un nuevo equilibrio. No están previstas reuniones plenarias ni bilaterales por el momento. El lunes se espera que el entrenador informe en el Rey sobre una misión que hoy parece muy comprometida.
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