El ataque a un diplomático ruso relanza los debates

El ataque a un diplomático ruso relanza los debates
El ataque a un diplomático ruso relanza los debates
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El ataque a un diplomático ruso y su esposa en Casablanca por parte de taxistas pone de relieve una vez más un conflicto en curso entre los taxistas y los conductores privados que operan aplicaciones de transporte. Este nuevo incidente vuelve a plantear la cuestión de la regularización de estos servicios, muy populares entre los usuarios marroquíes.

El incidente ocurrido este domingo en el corazón de Casablanca, en el que participaron taxistas, un conductor privado que explotaba una aplicación de transporte y víctimas colaterales, un diplomático ruso y su esposa, puso de relieve una vez más el enfrentamiento entre los taxistas y los conductores privados que ofrecen un VTC. Servicio (vehículos de transporte con conductor).

Mientras aumentan las quejas de los usuarios contra el sector del taxi, plataformas como Indrive, Careem o Yango están respondiendo a una fuerte demanda. Sin embargo, los conductores privados, cuyo número se estima en 12.000 en todo Marruecos (7.000 en Casablanca) que utilizan estas aplicaciones, operan clandestinamente pero operan de forma clandestina. Esta situación, marcada por tensiones y violencia, especialmente por parte de los taxistas que dicen actuar para defender su profesión, exige una reflexión sobre la legalización de estos servicios y su integración en el ecosistema del transporte marroquí.

Un conflicto que se intensifica

El domingo, taxistas interceptaron el vehículo de un conductor que operaba la aplicación Yango en el que viajaban un diplomático ruso y su esposa. El “robo”, que rápidamente se tornó violento, provocó la hospitalización de las víctimas, incluido el conductor del VTC. Ante la magnitud y la delicadeza de este asunto, el Fiscal General del Tribunal de Apelación de Casablanca abrió inmediatamente una investigación.

Si este caso llama especialmente la atención por el estado de los pasajeros, es parte de una serie de incidentes similares en los que taxistas atacan a conductores de VTC.

Desde la aparición de estas plataformas de transporte alternativas en Marruecos los altercados han aumentado. Además de los ataques contra los conductores, algunos taxis destrozan los paneles publicitarios de estas empresas, como ocurrió en varias ocasiones en Casablanca.

Usuarios entre el descontento y la nueva oferta

Ante estas escenas cada vez más recurrentes, los usuarios expresan cada vez más su desesperación con el sector tradicional del taxi. La disponibilidad aleatoria, el rechazo de viajes, las condiciones insalubres o incluso los requisitos de precios abusivos son quejas recurrentes. En respuesta, plataformas como Indrive y Careem están captando clientes ávidos de servicios más confiables y modernos.

Sin embargo, estas plataformas operan en una zona gris. Si se tolera su actividad, su marco legal sigue siendo ambiguo, lo que alimenta las tensiones con los taxis. El reciente anuncio de Indrive sobre la introducción del transporte en motocicleta en Casablanca ilustra esta vaguedad: este servicio debería estar prohibido, pero la plataforma continúa su despliegue.

Sin embargo, estas plataformas operan en una zona gris. Si se tolera su actividad con el pretexto de que están destinados a los taxis, su marco jurídico sigue siendo ambiguo, lo que alimenta las tensiones con los taxis, dado que la mayoría de los conductores que los explotan son particulares. El reciente anuncio de Indrive en un comunicado de prensa sobre la creación de un servicio de transporte de motocicletas en Rabat (después de Casablanca) ilustra esta vaguedad: ¡este servicio debería estar prohibido!

Tutela llamada a actuar

Ante un mercado del transporte en rápida evolución, se pide a las autoridades que legalicen los servicios VTC en Marruecos, como se ha hecho en muchos otros países. Para los defensores de estas soluciones, no sólo darían respuesta a la creciente demanda de los usuarios. Por el contrario, algunos creen que la legalización podría debilitar aún más el ya debilitado sector del taxi.

El ataque al diplomático ruso bien podría ser la llamada de atención necesaria para relanzar el debate y empujar a las autoridades a salir del estancamiento.

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