Société Générale registró un beneficio neto de 1,37 mil millones de euros (1,28 mil millones de francos) en el tercer trimestre, casi cinco veces más que el año pasado en el mismo período. El desempeño ilustra el despertar del negocio minorista y un efecto de base favorable.
“Los primeros beneficios de la ejecución de nuestro plan estratégico se están materializando de forma tangible en nuestros resultados”, afirmó el jueves el director general de Société Générale, Slawomir Krupa, citado el jueves en un comunicado de prensa.
El beneficio neto es superior a las expectativas de los analistas, al igual que el resultado bancario neto (BNI), equivalente a la facturación del sector, que aumentó un 10,5% interanual, hasta 6.840 millones de euros.
El gran ganador del tercer trimestre es la banca minorista en Francia, agrupada con los negocios de seguros y banca privada.
Su NBI registró un aumento del 18,7%, hasta 2.250 millones de euros, y su beneficio neto se multiplicó por 3,4 hasta alcanzar los 368 millones de euros, el mejor resultado trimestral en más de dos años.
Krupa se felicita especialmente de un “fuerte repunte” del margen de interés neto en Francia, es decir, de la diferencia entre el tipo aplicado por el banco a sus clientes y el de su refinanciación.
Société Générale también pudo contar entre julio y septiembre con su principal motor: la banca corporativa y de inversión.
Sólo esta división aporta un beneficio neto de 699 millones de euros (+8,2% interanual), gracias al buen comportamiento de la banca transaccional (una gama de servicios para empresas e instituciones financieras) y de los mercados de valores.
Las redes internacionales de banca minorista, junto con determinados negocios especializados como el leasing de automóviles y el crédito al consumo, registraron un ligero descenso del beneficio neto (-2,4%), hasta 367 millones de euros.
La diferencia entre el beneficio neto del tercer trimestre de 2023 y el del tercer trimestre de 2024 se explica por un cargo excepcional el año pasado, vinculado, entre otras cosas, a una política de cobertura perdedora, costes de transformación del grupo y depreciación de activos.
Un año después, el efecto actuó en sentido contrario: el banco recaudó 290 millones de euros antes de impuestos como pago por su salida de Rusia, precipitada por la invasión de Ucrania en 2022.
Este artículo fue publicado automáticamente. Fuentes: ats/awp/afp