Música: Darius abre su álbum el sábado en Fri-Son

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El grupo de noise rock instrumental de Friburgo presentará Murmuration en el escenario. En esta obra fue aún más lejos.

Hambrientos de escenario, los cinco músicos están ansiosos por mostrar lo que tienen en riffs el sábado. © Julien Chavaillaz

Hambrientos de escenario, los cinco músicos están ansiosos por mostrar lo que tienen en riffs el sábado. © Julien Chavaillaz

Publicado el 24/04/2024

Tiempo estimado de lectura: 4 minutos

El último concierto de Darius se remonta a diciembre de 2022. Baste decir que el grupo friburgués está ilusionado con la idea de regalarle a Fri-Son un sábado más, además de presentar su nuevo álbum. Murmullo. El combo trabajó sus dedos y cerebro para componer y grabar estos temas el año pasado, continuando con esta tercera obra para labrar el surco de una roca que ahora es más ruido que post.

“Hemos ido más allá en la composición”, observa Sylvain Aebischer, uno de los guitarristas del quinteto instrumental. En sus instalaciones instalaron un sistema de grabación que les permitió realizar premodelos de sus ideas. Los micrófonos capturaron momentos en los que las canciones a veces nacían orgánicamente, momentos en los que los músicos desarrollaron un viejo riff que no había llegado a buen puerto o una nueva inspiración traída por uno de ellos. Lo suficiente como para ir más rápido en la composición, aunque nunca habían experimentado tanto en sus universos polirrítmicos.

Una mirada desde Laval

También fueron más precisos en la forma en que dieron forma a sus canciones. Por segunda vez, trabajaron con el ingeniero de sonido Amaury Sauvé en Apiary Studio en Laval, Francia, una colaboración que les dio una perspectiva externa de sus sonidos. Unas semanas antes de la grabación final, el productor-mediador invitó a los músicos a filmar sus piezas capturadas en el acto. Luego los escucharon juntos, analizando sus intenciones, señalando accidentes felices o desafortunados en un proceso que les permitió afinar sus deseos.

Pensaron en el lugar de cada instrumento en las creaciones y los arreglos que querían darles. Sin formación teórica musical, encontraron un lenguaje común para discutirlo. “Nos ayudó a estructurar nuestra música”, señala Sylvain Aebischer. También llegamos muy listos para el check-in. Estábamos un poco más relajados”.

Títulos locos

¿Qué guió a los cinco músicos de esta obra? “Sabíamos lo que no queríamos: repetir lo que ya habíamos hecho. El motivo principal era hacerlo tan bien como el anterior. Al final estoy contento, prefiero este disco”, responde el guitarrista. “Murmullo Está en continuidad con los otros álbumes pero es más coherente y con una estética refinada”, añade Julien Bernard, el baterista.

Murmullo Está en continuidad con los otros álbumes pero es más coherente y con una estética depurada”
julián bernardo

Los nombres de los títulos siguen siendo igual de locos. Restos de títulos provisionales, un poco estúpidos, que contrastan con las intenciones mucho más profundas que subyacen en ellos. En el formato físico del disco, pequeñas explicaciones acompañan a estas creaciones sonoras, contenidas ahora en duraciones de alrededor de cinco minutos, es decir, relativamente breves en comparación con sus trabajos anteriores.

“Somos más eficientes en la narración, creamos mejor los estados de ánimo”, explica el baterista. Sylvain Aebischer añade: “Con el tiempo, ya no queríamos piezas muy largas. Siempre queremos que suceda algo y queremos música que te haga querer bailar en lugar de dormir”.

Para el paso a los escenarios trabajaron durante una residencia artística de tres días en el club de Friburgo. Sin embargo, las canciones, nuevas y antiguas, no se desviarán mucho de sus grabaciones. Por otro lado, los músicos trabajaron en su orden de aparición, en su secuencia, para que su espectáculo cuente una historia coherente y tenga en cuenta las limitaciones humanas y prácticas.

“Estamos encantados de compartir este álbum con el público”, resume Sylvain Aebischer, quien cree que el programa del sábado por la noche debería gustar a los amantes de la música. De hecho, ofrecerá un agradable viaje a la música suiza con el grupo de rock alternativo Châtelois de Glaascats y Beurre, un grupo más experimental de Neuchâtel-Lucerna.

Este verano, gracias a una pausa en el frente en vivo, Darius intentará componer nuevas canciones. Una forma de dar la bienvenida de lleno al nuevo bajista que llegó a principios de año y que aún no se ha metido mano en la creación. Hambrientos de escenario, los habitantes de Friburgo también buscan actuar en el lado de habla alemana y en el extranjero. Ya tienen fecha fijada, el mes que viene, en París.

>Sábado 20 h FriburgoFrisio.

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