“La situación política no puede sostenerse”, afirmó el sábado Marine Le Pen, que pidió una nueva disolución el año que viene, cuando los representantes electos de su grupo regresen a la Asamblea.
El presidente del Agrupamiento Nacional (RN), Jordan Bardella, espera que los diputados del RN representen mientras tanto una oposición “constructiva” e “influyente”.
“Nos encontramos en un sistema en el que el que tiene menos votos es el encargado de formar gobierno”, señaló Le Pen, en referencia a la llegada de Michel Barnier, procedente de las filas de LR, a Matignon. “Esto no puede durar”, “quedan diez meses y estoy convencida de que al final de esos diez meses, o en primavera o en otoño, habrá nuevas elecciones legislativas”, avanzó.
“Esperemos que este mandato sea lo más breve posible”, insistió el dirigente del RN.
Aunque su partido volvió a estar en el centro del juego político con la llegada de Barnier a Matignon, bajo la amenaza constante de una moción de censura conjunta de la izquierda y del RN, la jefa de los 126 diputados del grupo RN consideró, sin embargo, que el “gran país que es Francia no puede funcionar así”.
Una posición que contrasta con la de Emmanuel Macron, quien ha dejado claro que no desea volver a disolver la Asamblea Nacional antes de que acabe su mandato en el Elíseo.
Macron no puede pronunciarse sobre la disolución de la Asamblea “en el año siguiente” a las últimas elecciones legislativas, convocadas tras su decisión de disolver esta cámara la noche de las últimas elecciones europeas, el 9 de junio.
Hablando antes que Le Pen, el Sr. Bardella pidió a los parlamentarios de RN que se volvieran “esenciales”.
“Debemos seguir siendo una oposición constructiva cuya única brújula sea el interés del país y el interés del pueblo francés”, afirmó el presidente del RN, al tiempo que llamó a sus tropas a “cruzar un nuevo umbral y convertirse en una oposición influyente”.
“Vuestro papel es (…) conseguir victorias en todas partes, tanto para la vida cotidiana como para el soberano”, afirmó.
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