– Una marcha contra la transfobia reúne a 600 personas
La manifestación denunció ataques de la extrema derecha contra personas trans y no binarias. Reivindicaron su derecho a ser diferentes.
Publicado hoy a las 21:36.
Este sábado por la tarde tuvo lugar una colorida manifestación en las calles de Ginebra para decir no a la transfobia. La concentración comenzó en el parque de las Cropettes a las 16.30 horas.
En los discursos previos a la salida, varias demandas de las personas trans y no binarias: el derecho a la autodeterminación y a disponer de su cuerpo como quieran, pero también el derecho a una acogida digna por parte del personal de enfermería de los hospitales universitarios de Ginebra. También denunció Crarq, el Colectivo Acción Queer Radical, el ascenso de la extrema derecha y los discursos de la UDC contra los derechos de las personas trans.
Cintas en cubierta
A continuación, la procesión se dirige hacia la estación de Cornavin, la calle Chantepoulet y el puente del Mont-Blanc, salpicada de lemas como “¿De quién es la calle? ¡a nosotros, a nosotros! O incluso “A quienes quieren atacar nuestras vidas, las personas trans respondemos re-sis-trans”. En el puente del Mont-Blanc, los manifestantes se detuvieron durante unos quince minutos. Algunos escriben en cintas de tela y las cuelgan en la valla del puente. Podemos leer: “las personas trans son preciosas y sagradas”.
Una bomba de humo negro arde cuando nos vamos. Al final del puente, la procesión gira a la derecha, hacia la calle Céard. La policía vigila atentamente a los manifestantes y quiere evitar cualquier exceso en el centro de la ciudad, como obliga la feria de vigilancia.
Consignas hostiles a la UDC
En la Rue du Marché los eslóganes se vuelven cada vez más hostiles a la extrema derecha suiza. “U, D, C, unión de pendejos” gritan a todo pulmón los participantes. En Molard, un pequeño grupo de jóvenes intentó provocar a la policía, pero fueron rápidamente inmovilizados.
Al final de la calle, frente al Crédit Suisse y a la UBS, hay un gran número de policías, todos protegidos y con casco en mano. La manifestación se detiene por última vez para dar paso a los discursos.
Flore, madre, presidenta de la asociación Transparente, explica su “apoyo incondicional a los niños y jóvenes fuera de los marcos cis o binarios”. Denuncia un mundo hostil hacia las personas transgénero, especialmente en la escuela y en el trabajo, y deplora que la extrema derecha, necesitada de un chivo expiatorio, ataque a estas minorías. Reivindica el derecho a la diversidad y a la diferencia y pide apoyo para ellas. “Sé libre, sé quien eres” serán sus últimas palabras, recibidas con un estruendoso aplauso.
Siguen otros discursos y la manifestación regresa a su destino, la Place des Volontaires, detrás de la Fábrica.
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